A todos los sacerdotes y profesores de Religión

Queridos hermanos y amigos:

Ante los preparativos del nuevo curso escolar 2011-2012, conviene recordar que la Catequesis y la Enseñanza Religiosa escolar no se identifican sino que se complementan mutuamente.

La enseñanza religiosa escolar presenta su peculiaridad propia: debe establecer un diálogo, desde la fe cristiana, entre el Evangelio y la cultura humana, en cuya asimilación crítica madura el alumno.

En España, la enseñanza religiosa escolar es un derecho de los padres reconocido en nuestra propia Constitución de 1978, que establece que los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias creencias.

La parroquia deberá concienciar a los padres acerca, de estos deberes y derechos sobre la información integral de sus hijos en la escuela especialmente en el aspecto moral y religioso.

La catequesis de la comunidad parroquial y la enseñanza religiosa en la escuela no se identifican, sino que se complementan. La catequesis extraescolar no debe ser un doblaje o repetición de la enseñanza religiosa en la escuela.

A través de los años de escolaridad, se presenta el mismo mensaje fundamental considerado desde distintos ángulos, si cada año se va a repetir lo mismo en la escuela que en el templo, puede producir el hastío en los niños. El mensaje perdería su cualidad de buena nueva.

• La catequesis es una iniciación a la vida de la comunidad cristiana.

• Educa en los diferentes aspectos de la vida cristiana:

— "Ilumina y robustece la fe,

— anima la vida con el espíritu de Cristo,

— lleva a una consciente y activa participación del misterio litúrgico,

— y alienta a la acción apostólica" (GE, 4).

En la escuela la formación humana y la formación religiosa quedan integradas. En la escuela se establece la síntesis entre fe y cultura. En la escuela el alumno puede discernir las diferentes concepciones del hombre a la luz del Evangelio. De ahí la necesidad de educar a la comunidad cristiana para que respalde la Pastoral escolar, las parroquias han de asumir claramente la iniciativa y participación para que los niños y adolescentes se inscriban en la clase de Religión.

Esta acción se referirá tanto a la presencia cristiana en la escuela pública y en la privada no confesional como la que se realiza por medio de la escuela católica. La enseñanza religiosa se ofrece a todos y en todos los centro pero no se impone a nadie, en los centros confesionales católicos la enseñanza de la religión y moral católica es obligatoria para todos los alumnos dado que forma parte sustancial de su carácter propio y su proyecto educativo quedaría mutilada sin la enseñanza de la religión y moral católica.

En los centros públicos hay que garantizar el libre y pleno ejercicio de los padres de educar a sus hijos conforme a sus propias convicciones y creencias. Toda llamada a colaborar, clarificar y motivar.

Agradezco a los profesores de religión, todo el esfuerzo y dedicación para realizar la tarea de educar en la fe en las aulas. Es el momento de recordar a las familias cristianas su obligación moral de inscribir a sus hijos en la clase de religión como servicio a la vida que han engendrado.

Los sacerdotes han de procurar este apostolado para conseguir su plena eficacia con una formación multiforme y completa en los adolescentes y jóvenes.

Las directrices pastorales en la diócesis señalan que tanto los niños que hacen su primera comunión, como los que se confirman deben estar insertos en la clase de Religión.

Espero que todos los educadores nos esforcemos por alcanzar una educación verdadera y en la verdad.

+Ángel Rubio Castro - Obispo de Segovia