Hechos científicos demuestran que la biblia no está equivocada.

Hechos científicos demuestran que la biblia no está equivocada.

“En el principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra empero estaba informe y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre las aguas. Dijo pues Dios: sea hecha la luz. Y la luz quedo hecha. Y vio Dios que la luz era buena y dividió la luz de la tinieblas.”

La mayoría de científicos que estudian el origen del Universo concuerdan en que al principio todo estaba oscuro, cuando se produjo la gran explosión (Big Bang). El calor producido por la misma fue tan elevado que aparecieron partículas viajando sin control por lodo el espacio. La temperatura inicial, que nunca se ha vuelto a repetir, formo las primeras partículas elementales: los quarks, los leptones, los bosones y los neutrinos. Luego se formaron los fotones y se produjo la luz. Sin embargo aun el universo no era transparente, sino opaco. No se podía ver a través de esta masa de materia homogénea dispersa por todas partes. Entonces la temperatura inicial empezó a bajar y se formaron los primeros elementos: el hidrogeno y el helio, que son la base de toda nuestra existencia.

“Dijo asimismo Dios: haya un firmamento o una gran extensión en medio de las aguas que separe a unas de otras. E hizo Dios el firmamento, y separo las aguas que estaban debajo de las que estaban sobre el mismo. Y que hecho así. Y al firmamento le llamo Dios cielo.”

Al enfriarse el Universo, las fuerzas básicas empezaron a trabajar, las fuerzas electromagnéticas, la fuerza débil, la fuente y la gravitación. Esto hizo que los átomos se unieran creando “bosques” de materia. Estos empezaron a atraer más materia y se hicieron más grandes. El Universo comenzó a ordenarse. Las primeras galaxias aparecieron siguiendo un proceso que aun hoy no ha sido completamente explicado y el Universo se torno transparente.

“Dijo también Dios: reúnanse en un lugar las aguas que están debajo del cielo y aparezca lo seco. Y así se hizo. Y al elemento seco dio le Dios el nombre de Tierra y a las aguas reunidas las llamo mares. Y vio Dios que lo hecho estaba bueno”.

De la nebulosa inicial con que se formaron las galaxias, surgieron las primeras estrellas. De la condensación de esta materia surgieron los planetas. La Tierra se origino del material que formo el Sol, el cual se enfrió y formo una corteza rocosa. Al principio, la Tierra era una bola caliente con volcanes haciendo erupción por todas partes y arrojando gases al espacio. Gases que eventualmente formaron la atmosfera, que al principio era muy diferente a la que hoy conocemos. Entre los gases acumulados había mucho vapor de agua, el cual se condenso poco a poco y produjo lluvias por miles de años, que llevaron a la formación de los mares. El resto de las regiones permanecieron secas y formaron los continentes.

“Dijo después Dios: haya lumbreras en el firmamento del cielo, que distingan el día de la noche, y señalen los tiempos, los días y los años. A fin de que brillen en el firmamento del cielo y alumbren la tierra. Y fue hecho así. Hizo pues Dios dos grandes lumbreras: la mayor, para que presidiese el día; y la menor, para presidir a la noche, e hizo las estrellas. Y las coloco en el firmamento para que resplandeciesen al día y a la noche, y separasen la luz de las tinieblas. Y vio Dios que la cosa era buena”.

Nuevas estrellas comenzaron a surgir a medida que se condensaron mas los gases. Las estrellas jóvenes, como el sol, comenzaron a calentar los planetas. Con el paso de los siglos la atmosfera de la Tierra empezó a cambiar. Al principio no tenia oxigeno, sino dióxido de carbono, metano y otros gases. Gracias al aparecimiento de las bacterias, se formo el oxigeno, que era un subproducto de ellas. Poco a poco, el cielo se volvió transparente y comenzaron a brillar las estrellas en la noche. El universo estaba creado.

Citado de un artículo publicado por:

Ing. Edgar Castro Bathen