El Espíritu en nuestros corazones (III)
“Otro aspecto típico del Espíritu que nos enseña san Pablo: su relación con el amor. (…)
Dado que por definición el amor une, el Espíritu es ante todo creador de comunión dentro de la comunidad cristiana, como decimos al inicio de la santa misa con una expresión de san Pablo: ‘La comunión del Espíritu Santo (es decir, la que él realiza) esté con todos vosotros’ (2 Corintios 13,13).
El Espíritu nos estimula a entablar relaciones de caridad con todos los hombres. De este modo,cuando amamos dejamos espacio al Espíritu, le permitimos expresarse en plenitud. Así se entiende por qué san Pablo une en la misma página de la carta a los Romanos estas dos exhortaciones: ‘Sed fervorosos en el Espíritu’ y ‘No devolváis a nadie mal por mal’ (Romanos 12, 11.17)
Por último, el Espíritu, según san Pablo, es una prenda generosa que el mismo Dios nos ha dado como anticipación y al mismo tiempo como garantía de nuestra herencia futura.
Aprendamos así de san Pablo que la acción del Espíritu orienta nuestra vida hacia los grandes valores del amor, la alegría, la comunión y la esperanza.
Benedicto XVI, Audiencia General, miércoles 15 de noviembre de 2006
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