En nuestra mentalidad, por cierto un poco errada, queremos tener un Dios que sea solo “SÍ”, situación que, pensándose lento, da al traste con todo un proyecto de vida. En la existencia cotidiana hay cosas que son Sí, y otras que necesariamente son NO.Nuestro y Señor nos enseñó una forma de hablar: “vuestro lenguaje sea Sí, Sí, No, No, que los demás, viene del demonio”. Para el hombre que ha comprendido esto a la luz de la fe ya no hay otro camino: ya no puede decir "primero sí y luego no", sino que debe responder siempre con un sí a la "fidelidad de Dios en Cristo", a la llamada de Dios.Seamos ese Sí que acogiendo a Dios recibe de Él la gracia de su Espíritu Santo.Feliz Día del Señor.Pbro. JOHN DALFFER SALZARDIRECTORPEREIRA - COLOMBIA2012
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