- La ministra de Educación reconoce por primera vez que "existe un control desde hace un mes" de un problema enquistado desde hace cuatro años y que persiste en el presente curso
- Los datos de horas contratadas de maestros de Religión por el Ministerio no cuadran con las horas reales que se necesitan en las escuelas andaluzas, según la Junta
- La Consejería de Educación remitirá en un mes al Ministerio los datos de esta "anomalía" para que éste "ajuste" los contratos, es decir, recorte salarios o despida
Isabel Celaá, ministra de Educación y portavoz del Gobierno de Pedro Sánchez, ha negado tajantemente que su departamento esté pagando a maestros de Religión en Andalucía por horas que no imparten desde 2015, como ha denunciado por escrito el Ejecutivo andaluz. Sin embargo, en la misma frase la ministra admite que si aún persiste esta realidad en los colegios andaluces, tendrán que "contrastarla otra vez con la Junta de Andalucía".
Es la primera vez que la ministra de Educación se pronuncia públicamente sobre un problema que ha heredado del anterior Gobierno del PP, y sobre el que la Consejería de Educación andaluza encargó una investigación interna el curso pasado. Fruto de esa investigación, el Ejecutivo de Susana Díaz descubrió que "al menos" el 12% de los más de 2.000 profesores de Religión de Primaria de Andalucía ( 263 maestros) cobraba por horas de clase que no se impartían desde el curso 2015/2016, cuando la Junta aprobó una orden que permitió a las escuelas reducir el horario de esta asignatura. El 65% de los colegios de Andalucía recortó la clase semanal de Religión de los 90 minutos de entonces a 60 o 45 minutos, provocando un excedente de horas de clase que ya no eran necesarias, pero que se mantuvieron y se siguieron pagando.
La Junta envió inspectores a todos los centros de Primaria y localizó el problema en 252 escuelas de las ocho provincias durante el curso pasado. Según el informe, había 178 docentes que impartían menos horas de las que tenían contratadas y otros 85 maestros que no impartían ni una sola clase de Religión, pese a disponer de contrato a jornada completa. La consejera de Educación, Sonia Gaya, denunció públicamente en el Parlamento que se estaba causando "un perjuicio a las arcas públicas" y un "desperdicio de recursos educativos", y anunció que remitiría el informe al Ministerio para que depurase el problema.
El departamento de Isabel Celaá revisó ese informe en los primeros meses de Gobierno de Sánchez y aseguró a este periódico que, en junio de 2018, se habían depurado la mayoría de los 85 maestros de Religión sin carga lectiva. "Casi todos han causado baja por distintas razones en el sistema informático del Ministerio, y faltaban 13 profesores que han sido reubicados en otros centros", explicaron estas fuentes. El Ministerio asegura que a 1 de septiembre no había profesores de Religión cobrando por horas que no impartían, pero la Consejería insiste en que sigue habiendo casos.
Instrucciones de la Iglesia
La discrepancia entre ambas administraciones -ahora del mismo signo político- tiene que ver con la propia naturaleza del colectivo de maestros de Religión de Infantil y Primaria en Andalucía, el único que cuerpo de profesores que trabaja en la región pero no está delegado al Gobierno autonómico. Los maestros de Religión de Infantil y Primaria en Andalucía -unos 2.000 (cifra apenas invariable desde hace años)- dependen contractualmente del Ministerio de Educación, que es quien les paga; son seleccionados por el Obispado -que los elige según criterios de moral católica- y son asignados a un colegio público por la Junta de Andalucía.
El actual Ministerio dice que mantiene los contratos de estos docentes atendiendo a los datos de necesidades educativas que le remite la propia Consejería, pero hay órdenes escritas y firmadas por altos cargos del anterior Ministerio que demuestran que los contratos se prorrogaban siguiendo instrucciones de las Archidiócesis de Andalucía, y no de la Junta.
Discrepancias
Cuatro años después de que se detectase el problema, el departamento de Celaá sigue pagando horas de Religión que no se imparten y asegura que sus datos informáticos -los que ha recibido de la Junta- le confirman que esa realidad no se está dando. Este lunes, la periodista Pepa Bueno de la Cadena Ser ha preguntado a la ministra si conoce cuántos casos hay, a raíz de la publicación en eldiario.es Andalucía, y ella se ha reafirmado en su tesis: "Existe un control sobre esto. Lo miramos hace unos días... hace un mes, y le puedo decir que el Ministerio contrata según los datos que le da la Junta y no paga si no se imparten clases". La ministra ha sido tajante: "Le puedo garantizar que el Ministerio no paga a quien no imparte clases de Religión", pero acto seguido ha admitido sus discrepancias con el Gobierno andaluz sobre este asunto: "Si la Junta mantiene esa información, tendremos que contrastarla otra vez con ellos", concluye.
La Junta de Andalucía reconoce "el enorme esfuerzo" hecho por el nuevo Ministerio, pero insiste en que "aún existe un desajuste por corregir". "Ahora es un trabajo de chinos, porque hablamos de localizar, colegio a colegio, horas sueltas de Religión que ya no se imparten, y sin embargo hay maestros que las siguen cobrando porque el Ministerio de Educación no ha corregido su contrato laboral", explican fuentes de la Consejería, subrayando que la pelota ahora está en el tejado de Celaá.
Desde la Dirección General de Planificación Educativa del Gobierno andaluz, advierten: "Nosotros hemos hecho una concienzuda labor de inspección, colegio por colegio, para localizar a todos los maestros de Religión sin horario lectivo total o parcial. En el plazo de un mes remitiremos al Ministerio los datos con el desajuste actual entre el número total de horas contratadas para maestros de Religión y el número real de horas que se imparten en Andalucía. Este último dato lo tenemos porque es el que nos aporta cada colegio antes de que empiece el curso. Ahora le toca al Ministerio hacer ajustes en los contratos de aquellos maestros de Religión que siguen cobrando por horas que no imparten".
Una vez se localicen los últimos casos y se dimensione el problema, el Ministerio tendrá que decidir si corrige el contrato a esos maestros que imparten menos horas de las que les pagan. La Consejería de Educación se remite a un Real Decreto del año 2007 -durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero- que regula la relación laboral de los profesores de Religión. Según el artículo 4 de esta norma, "la contratación de los profesores de Religión será por tiempo indefinido", pero "la modalidad del contrato a tiempo completo o parcial, según lo requieran las necesidades de los centros públicos, corresponderá a las Administraciones educativas competentes, sin perjuicio de las modificaciones que a lo largo de su duración y por razón de la planificación educativa, deban de producirse respecto de la jornada de trabajo y/o Centro reflejados en contrato".
Fuente: eldiario.es
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