La falta de diálogo de Educación hace que estos docentes se vean «abocados» a ir a los tribunales
La Junta de Andalucía ha dado un paso más en su polémica decisión de circunscribir la actividad de los profesores de Religión de Primaria única y exclusivamente a impartir esta asignatura y no permitirles, como hace con el resto de profesores, que realicen otras tareas como vigilar los recreos o llevar tutorías. Así lo manifiesta el propio consejero de Educación, Cultura y Deporte, Luciano Alonso, en una respuesta parlamentaria al PP, quien justifica ahora la decisión, tomada en abril del año pasado, de que los recreos no les cuenten como horas lectivas, como así había sucedido hasta ahora, en que estos profesores «han sido contratados para impartir la enseñanza de la Religión y Moral católica», y que así aparece en su contrato.
De esta forma, la Junta vuelve a situar a la asignatura de Religión en el centro de la controversia educativa en Andalucía, ya agitada desde las últimas elecciones autonómicas por otras decisiones de la Consejería de Educación, como la de retirar los conciertos de forma progresiva a las centros de educación diferenciada y eliminar plazas de educación concertada de centros mixtos para cubrir vacantes en los públicos. Que los profesores de Religión de Primaria no puedan vigilar recreos ha sido calificado por CSIF-A como una decisión «muy política», mientras que ANPE lo tacha de acoso «ideológico».
A pesar de ello, la Junta no va a dar marcha atrás, algo que deja muy claro el consejero Luciano Alonso en una respuesta parlamentaria a la diputada andaluza del PP-A, Marifrán Carazo. En concreto, Alonso concluye que el motivo de que estos profesores no vigilen recreos es que han sido contratados solo para impartir «religión y moral católica, de acuerdo con lo estipulado en la cláusula quinta de su contrato de trabajo». La cláusula a la que alude el consejero afirma, efectivamente, que «la actividad a prestar por el trabajador consistirá en impartir la enseñanza de la Religión y Moral Católica». Además, el titular de Educación hace referencia a una serie de leyes para apoyar esta decisión.
El responsable del Sector Educativo de CSIF-A, Francisco Hidalgo, discrepa de la interpretación que hace la Junta de este artículo del contrato de los profesores de Religión y de la normativa que cita el consejero. Hidalgo recuerda que esa cláusula que lleva años en el contrato siempre se ha interpretado en el sentido de evitar que los profesores de Religión impartan otras asignaturas, como puede suceder con un profesor de Matemáticas, que puede dar clases, si así lo estima el centro, de Biología o Física.
Este responsable sindical insiste en que esta ha sido la interpretación que siempre se ha realizado de esa cláusula, que, añade, no afirma de manera taxativa que no puedan estos profesores atender tutorías ni vigilar recreos, unas tareas, estas últimas, que siempre han realizado y que se les contabilizaba como horas lectivas
Además, de la normativa a la que hace referencia la Junta, estima Hidalgo, tampoco puede interpretarse que no puedan desempeñar las tareas que han realizado hasta que la Consejería de Educación decidió el pasado año que no podían hacer. De hecho, entre la normativa que cita el consejero está el acuerdo entre el Estado y la Santa Sede que establece que los docentes «de Religión formarán parte a todos los efectos del claustro de profesores de los respectivos centros».
Desde CSIF, comenta este dirigente, siguen abiertos a la negociación, aunque recuerda que la Consejería no se ha puesto en contacto con ellos desde antes del verano y que esta respuesta Alonso muestra a las claras que la Junta no quiere avanzar a una solución dialogada del conflicto. Así las cosas, Hidalgo manifiesta que la actitud de la Junta «nos está abocando a ir a los tribunales» para defender los derechos de este colectivo.
Comentarios