Este colectivo asegura que cerca de 300 profesores se verán afectados el curso que viene por el recorte del horario de esta asignatura en primaria.
La Asociación Profesional de Profesores de Religión en Centros Estatales (Apprece) solicitará al Gobierno aragonés que habilite a los maestros de infantil y primaria para ejercer otras tareas docentes el próximo curso y que así no vean reducida su jornada laboral a raíz de la rebaja a 45 minutos semanales de esta asignatura en lugar de los 90 que tenían hasta ahora.
osé María Guardia, presidente de este sindicato, explicó ayer que han solicitado mantener una entrevista con el director de Planificación y Formación Profesional del departamento de Educación, Ricardo Almalé, para estudiar una solución para los alrededor de 300 maestros de la Comunidad que podrían ver mermada su actual jornada laboral.
El recorte de la asignatura de Religiónserá efectivo en todos los centros educativos a partir del curso 2019-2020. En estos momentos ya hay 13 escuelas que lo han aplicado. Esta medida se pone en marcha después de que el Tribunal Supremo no admitiera a trámite un recurso presentado por los obispos aragoneses contra una sentencia dictada en 2017, en la que se permitía la modificación del currículo para impartir solo una clase semanal de Religión.
Guardia apuntó que los profesores de Religión son «empleados públicos y tienen contrato laboral indefinido con la Administración». Para que su sueldo no se vea reducido a la mitad la solución pasa porque el Gobierno aragonés les acredite para desempeñar otras funciones educativas. Así se hace ya en Ceuta y Melilla, donde los maestros de Religión dependen contractualmente, como los de Aragón, Andalucía, Cantabria y Canarias, del Ministerio de Educación, aunque sus horarios los establecen los gobiernos autonómicos.
Para completar su carga horaria lectiva, según Guardia, podrían, por ejemplo, llevar a cabo tareas en la biblioteca y de animación a la lectura, de apoyo y desdoble y ser responsables de proyectos de innovación o coordinar los equipos didácticos. En los 13 colegios donde ya es efectivo el recorte de las clases de Religión, la DGA se comprometió a mantener la jornada laboral.
Otra posibilidad para conservar el horario completo, según el presidente del sindicato de este colectivo, sería «flexibilizar» el reagrupamiento de alumnos y hacer clases menos numerosas. Algunos maestros de Religión tienen hasta 27 estudiantes en el aula, una ratio por encima de la habitual en Aragón, y que da de sí para dividir el grupo en dos.
Fuente: heraldo.es
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