Los profesores de Religión acudieron ayer a la Conselleria de Educación para firmar la modificación de sus contratos y lo hicieron en comitiva a las 9 de la mañana en señal de protesta por las reducciones de jornada y cambios de destino adoptados de forma unilateral por el Govern. Ayer, las quejas no fueron dirigidas sólo contra los responsables de la Conselleria de Educación sino también contra el Obispado «por haberse desentendido de la cuestión». Afirmaron sentirse«huérfanos y desamparados» ante la reducción de las horas lectivas de Religión y las consecuencias de esta medida.
En la cita de ayer para firmar el nuevo contrato, los profesores lamentaron la ausencia de representantes cualificados del obispo Javier Salinas y criticaron especialmente al vicario de Educación, Miguel Gual Tortella, por no acompañarles. «Aquí hay mucha tensión y nervios porque muchos profesores están sufriendodrásticas reducciones de jornada mientras otros se han visto obligados a cambiar de destino sin la debida justificación», afirmaron.
Entre los docentes presentes, algunas madres y padres de familia que se mostraron muy afectados por la importante rebaja de salario que padecerán al trabajar sólo media jornada. Los profesores afectados, unos 80, afirmaron que esperaban obtener un mayor apoyo de la Diócesis de Mallorca cuando no la presencia del propio obispo Salinas. Al final, el único representante de la Iglesia que ayer acudió a la Conselleria de Educación fue Antoni Seguí, un seglar que ocupa el cargo de delegado de Enseñanza. El obispo Salinas, por su parte, ha preferido mantenerse al margen del conflicto si bien ha ordenado a los servicios jurídicos de la Diócesis intervenir en defensa de los docentes. En la firma de la modificación del contrato, los profesores, al menos la mayoría, dejaron constancia de que no estaban conformes con las nuevas condiciones de trabajo. A partir de ahora, el siguiente paso será emprender la vía judicial y para ello impugnarán ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) las nuevas condiciones de trabajo. Lo harán por medio del sindicato USO, el único que defiende los intereses de estos docentes. Posteriormente el mismo sindicato denunciará caso por caso los posibles despidos, si llegan a producirse, y las reducciones de jornada impuestas desde la conselleria.
Meses de enfrentamiento
Los docentes de Religión y la Conselleria de Educación llevan meses enfrentadossin que haya existido avance alguno en las negociaciones. Todo empezó cuando la conselleria redujo las horas lectivas de Religión de una y media a sólo una por semana al tiempo que se negaba a que los profesores de esta materia pudieran impartir otras asignaturas. La propuesta de la conselleria para evitar despidos fuemultiplicar la reducción de jornada y extenderla a más de 80 docentes. Según el sindicato USO, esta medida sólo persigue evitar el pago de indemnizaciones por despidos improcedentes.
Como ha ido publicado este medio, el EREde los docentes de Religión podría llegar a costarle al Govern unos 4,5 millones de euros en el pago de indemnizaciones. Finalmente la conselleria desistió de los despidos pero a cambio adoptó las reducciones de jornada que afectan a un 40% de la plantilla.
La propuesta inicial era de 42 despidos y 23 reducciones de jornada. Los profesores también denunciaron ayer que las reducciones de jornada se han diseñado atendiendo al número de alumnos matriculados en cada centro en esta asignatura y que se ha hecho según los datos de 30 de junio sin tener en cuenta que hasta octubre hay posibilidades de matricularse.
Todo este proceso viene acompañado por las medidas de castigo que ha adoptadoJaume March, director general de Planificación, Ordenación y Centros. Como ya informó ayer este medio, dos profesores de Religión que denunciaron las pasadas navidades que un vídeo blasfemo había conseguido un sobresaliente en el instituto Josep Maria Llompart están entre los más afectados por el ERE.
Fuente: elmundo.es
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