Dos sindicatos de profesores ya impugnaron el decreto de Educación que reduce al mínimo las clases semanales en la ESO
El Arzobispado de Valencia ha recurrido ante el TSJCV el nuevo decreto que introduce cambios en la organización de la Educación Secundaria Obligatoria y el Bachillerato. La normativa ha empezado a aplicarse este curso e incluye varias novedades, entre ellas el recorte del horario de la asignatura de Religión, que se queda en el mínimo posible en la ESO.
El contencioso administrativo se suma a los presentados por la Asociación Profesional de Profesores de Religión en centros estatales (Apprece CV) y por la Federación de Enseñanza de la Unión Sindical Obrera (Usocv). Ambos procedimientos ya han tenido alguna consecuencia para 2º de Bachillerato tras atenderse la solicitud de suspensión cautelar respecto a este nivel. El paso dado por la Iglesia es novedoso en el sentido de que es la primera vez en lo que va de legislatura que el Arzobispado de Valencia mantiene el pulso en la vía judicial. En otros casos en que entidades de la Iglesia han resultado afectadas por medidas de la administración, como la exclusión de las becas del alumnado de la Universidad Católica o recortes de conciertos en colegios diocesanos, han sido los equipos jurídicos de las respectivas entidades los que se han encargado de pleitear.
El Diari Oficial dio cuenta a finales de julio del recurso con una resolución de la conselleria en la que informaba de que se remitía el expediente de tramitación del decreto al TSJCV. De esta forma, los servicios jurídicos del Arzobispado disponen de toda la información para armar su demanda. Fuentes de la institución explicaron ayer que de momento se está estudiando la documentación antes de decidir si se sigue hasta el final, aunque de momento el recurso se mantiene.
Cabe recordar que en el caso del decreto de organización de Primaria, en vigor desde el curso 2017-2018, la iglesia valenciana también recurrió aunque finalmente, tras analizar el expediente y recibir las explicaciones oportunas desde la administración, se decidió desistir.
Eso sí, hay una gran diferencia entre un caso y otro. Este último decreto, el de Primaria, daba libertad a los centros para, en base a su autonomía, decidir la carga horaria de las asignaturas dentro de los umbrales derivados de la Lomce y con un mínimo de obligado cumplimiento para las lenguas y Matemáticas. En la práctica esto permitía reducir el horario de Religión, pero también incrementarlo. Esta libertad de acción llevó al Arzobispado a no mantener el contencioso.
En el caso del decreto de Secundaria la situación es distinta, pues la normativa no da ese margen, sino que fija las horas de cada una de las materias, ya sean obligatorias u optativas. En el caso de Religión, en 1º y 2º de la ESO se pasa de las dos horas semanales que recogía la normativa vigente hasta el curso pasado a una, el mínimo posible. Lo mismo sucede con su asignatura espejo, Valores Éticos. En 3º y 4º no hay cambios -ya tenía asignada una sesión a la semana- mientras que en 1º de Bachillerato se ha pasado de dos horas a la semana a tres. Es decir, se ha incrementado su peso, pero no tanto por compensar la pérdida en la etapa anterior sino por una cuestión organizativa para los centros.
La Conselleria de Educación, lógicamente, se opone al recurso y defenderá la legalidad del decreto. En su día justificó el cambio en que se aumentaba la asignatura de Inglés en una hora (fundamentalmente en su vertiente oral), por lo que o se incrementaba el horario semanal (31 sesiones en lugar de 30) o se reajustaban el resto de materias. Se optó por la segunda opción, dándole a Religión y Valores el mismo peso horario que a otras áreas como Tecnología o Física y Química.
Equiparar materias
En cuanto a Bachillerato, el incremento en 1º permite equipararla a asignaturas alternativas como Cultura Científica o Anatomía Aplicada, que ya tenían tres horas en el decreto anterior frente a las dos de Religión. Esto provocaba problemas a la hora de organizar los grupos de alumnos en función de si daban la materia confesional o las otras, pues a los primeros se les quedaba vacía una hora mientras sus compañeros estaban con las otras materias.
Los recursos de Usocv y Apprece ya han tenido una consecuencia provisional muy llamativa, pues solicitaban, como medida cautelar, que Religión también se ofertara en 2º de Bachillerato, opción que no ha existido en la Comunitat Valenciana desde los años 70.
La petición fue atendida por el TSJCV y se basaba en la reciente doctrina del Supremo que fija, de acuerdo con los tratados con la Santa Sede, la necesidad de que exista al menos la posibilidad de elegir la materia. Educación, aunque ha recurrido el fallo, ya ha solicitado a los centros que contabilicen el alumnado solicitante para poder cerrar los grupos y por tanto las plantillas del profesorado de Religión en esta etapa.
Fuente: lasprovincias.es
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