El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana declaró nulo el Anexo V del Decreto 51/2018 que excluía la asignatura de Religión en el segundo curso de Bachillerato, por considerarlo contrario a derecho. La victoria legal del Arzobispado de Valencia es un paso al frente en un proceso que aún continúa, ya que no se consiguió aumentar las horas de la asignatura en primero y segundo de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO).
Cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia, España. Foto: Gaudium Press. |
"En ninguna parte del decreto, desde luego no en el preámbulo como habría sido pertinente, aparece cumplido el mandato contundente e inequívoco recogido en el artículo 34 ter.4 de la Ley Orgánica 2/2006", indicó el organismo judicial, haciendo referencia a la norma que incluye la clase de Religión entre las asignaturas que deben ser ofrecidas como opción para los alumnos.
Sobre la búsqueda de alternativas legales para la protección de la educación religiosa, el Arzobispo de Valencia, Cardenal Antonio Cañizares, publicó un comentario en el periódico diocesano PARAULA. "Estamos ante derechos fundamentales de los padres y de los alumnos, garantizados incluso por la propia Constitución: el derecho a recibir la formación religiosa y moral conforme a las propias convicciones, el derecho a la libertad religiosa", expuso el prelado. "A esos derechos fundamentales la Iglesia no puede renunciar porque son propiamente de los ciudadanos y no de ella; la Iglesia en cualquier caso, debe defenderlos, protegerlos y apoyarlos, sin disminuir nada su extensión ni su fundamentalidad".
El Arzobispo recordó que la clase de Religión está protegida por el Acuerdo Cultural entre la Santa Sede y el Estado Español, donde se establece que la clase de Religión tiene rango académico equiparable al resto de las materias. "Tampoco los Obispos podemos renunciar al carácter fundamental de esta materia, en cumplimiento de los Acuerdos y por fidelidad a los derechos de los padres y de los alumnos, y por lo que es esta enseñanza en el conjunto de la educación plena de la persona", comentó el Cardenal, quien insistió que las clases no son un supuesto privilegio de la Iglesia, sino un derecho de los ciudadanos.
Con información de Paraula e Infocatólica
Fuente: GaudiumPress
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