El arzobispo publica una carta con reflexiones e inquietudes en torno a la enseñanza en el marco del debate sobre el «casi seguro pacto escolar»
Un análisis en torno a la enseñanza, sobre el modelo educativo para el futuro, inspira la carta que el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, da a conocer esta semana a través de la publicación diocesana 'Paraula'. El prelado deja clara su preocupación por los asuntos que atañen a la educación y sus instituciones, que llega a considerar como «el más grave problema de España hoy» en un marco que describe como «emergencia educativa».
La misiva, que ayer ya se podía leer en la página de internet del semanario, lleva por título «Reflexiones sobre la educación para el siglo XXI» y llega cuando la mirada social se ha posado sobre la educación en busca de acuerdos con la mirada puesta en el futuro.
Esa es la circunstancia que ha sentado al cardenal Cañizares ante el ordenador para ponerse a escribir y dar a conocer su criterio. El propio texto lo señala: «Ante un posible gran pacto escolar en España». El cardenal inicia su reflexión partiendo del momento actual en el que la sociedad se encuentra «ante la posibilidad casi segura de un pacto escolar y en medio de una gran emergencia educativa». Esta observación le lleva a reflexionar sobre un tema «crucial para el futuro».
Desde ese punto de partida la carta va recorriendo distintos espacios de la realidad educativa para hablar de «grave quiebra de humanidad»., que como mayor exponente ofrece la «crisis moral y educativa». Ante el escenario que describe reclama un «horizonte moral» para el futuro y considera que el «más grave problema de España hoy son las instituciones educativas entre la escuela infantil y la universidad», arco bajo el que se encuentra la totalidad del sistema educativo.
Al retrato social que aportan sus palabras se añade la apuesta en favor de una escuela que ponga en manos de las futuras generaciones «una educación integral». El modelo que defiende se fundamenta «la educación centrada en la persona» como clave. Para alcanzar el objetivo reclama la introducción de la «religión en el conjunto de la educación de la persona a la que debe servir la institución escolar».
Libertad religiosa
Esta reclamación parte de una consideración moral. Pero el escrito también alude a planteamientos jurídicos en el momento que defiende el derecho de los ciudadanos «a ser educados conforme a las propias convicciones morales y religiosas, como expresión del derecho a la libertad religiosa».
Sobre este aspecto, al que el cardenal se ha referido en distintas ocasiones mostrando su inquietud ante las cuestiones que atañen a la educación y formación, afirma también que tanto la enseñanza religiosa como la escuela católica constituyen «un aspecto fundamental en la formación integral de la persona y un elemento imprescindible en el derecho de libertad religiosa, tan básico como que es la garantía de todas las demás libertades».
La carta que el cardenal dirige a la diócesis da a conocer algunas circunstancias que lamenta que se den cita en el ámbito de la educación. El criterio de Cañizares llama la atención sobre la pérdida de los ámbitos personal y social «en función del Estado» y lamenta que «en último término nadie se atreve a educar, sólo el Estado que marca y establece los objetivos». Habla de «fracaso» al valorar los sistemas educativos cuando deposita la mirada en la calidad de enseñanza.
La carta que publica el semanario 'Paraula' no olvida dedicar un apartado dedicado a la escuela católica. En este apartado incluye llamadas a los profesores de la misma a concebir su trabajo como un servicio a la nueva evangelización. En este texto el cardenal considera la necesidad de que la escuela católica asumiendo todo aquello «justo y noble que existe en la educación vaya más allá y muestren los rasgos y las raíces del humanismo».
El texto no olvida las referencias a los profesores de Religión a los que se dirige el arzobispo. Les recuerda algunas vertientes de su cometido. Se dirige a los enseñantes de Religión en general, como a los de los colegios de inspiración católica. «Evangelizar la cultura, generar cultura, hacer surgir una humanidad nueva, el renacer del yo y de la persona» son las coordenadas que traza Cañizares traza para marcar el rumbo.
Fuente: lasprovincias.es
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