Con fecha 2 de febrero ha remitido Ud. una carta a los Directores y Directoras de los centros docentes públicos de Andalucía para informarles de la situación del desarrollo de la LOMCE para la Educación Primaria y aprovecha para hablarles de cómo quedará la enseñanza de la religión, de todas las religiones, dando por sentado aspectos que aún no contempla la legislación vigente al no haber sido aprobados aún ni el Decreto ni las órdenes que regulen el currículo de la Educación Primaria en Andalucía.
Para sacar el tema de la enseñanza de la religión se escuda en aclarar aspectos relacionados con una carta que los sindicatos presentaron el día 29 de enero firmadas por un importante número de padres sin precisar que fueron un total de 440.069 las firmas las presentadas (un número más que importante) y sin haberse preocupado de verificar la fecha que no fue el 29 de enero sino el 21 y el 30 de enero.
Agradezco el reconocimiento que hace a la labor de los profesores de religión porque verdaderamente se lo merecen, desarrollando su labor en muchos casos con verdadera heroicidad. Pero no comparto con Ud. el hecho de que el futuro de estos profesores dependa del Ministerio, que es quien los contrata y quien les paga, y de las Autoridades Eclesiásticas. Los profesores dependen para su trabajo de las horas de clase y si es su Consejería la que las reduce ¿cómo le pide solución a entidades ajenas a esa reducción?. No reduzca las horas y no habrá problemas.
¿Ha pensado Ud. la cantidad de familias que dependen de este trabajo?. En su mano y en la de la Junta de Andalucía está la posibilidad real de solucionarlo y que no pasen a engrosar las listas del paro en nuestra comunidad.
El ajuste de los horarios con el que quiere justificar esa reducción es pura falacia. En cada uno de los cursos de la Educación Primaria quedan suficientes horas de libre disposición para que la asignatura de religión pueda contar con la misma carga horaria actual es decir 90 minutos semanales que son los necesarios para desarrollar un currículo con todas las garantías pedagógicas. Y no diga que 45 minutos semanales es suficiente cuando ni siquiera conoce el currículo de la asignatura de religión católica que aún no ha sido publicado en el BOE.
Y no diga que los 45 minutos podrán ampliarse por los centros en sus horas de libre disposición porque eso llevará seguramente al caos organizativo en muchos aspectos vulnerando además el derecho de igualdad de los alumnos recibiendo unos más tiempo de clase que otros.
Por último hacer referencia a lo que dice sobre las otras confesiones religiosas que no se han mostrado en contra y que por eso, según Ud., están de acuerdo con el horario. Un gobierno debe tener en cuenta a la mayoría que en este caso está representada por la enseñanza religiosa católica. Las enseñanzas evangélicas e islámicas son hoy por hoy una minoría y no afirme que están de acuerdo con la reducción cuando, que yo sepa, nada han dicho al respecto.
Por enésima vez reconsidere esa reducción, y transmita tanto al Sr. Consejero como a la Sra. Presidenta de la Junta de Andalucía estas reflexiones que le hago. Olvídense de la ideología y gobiernen para la mayoría y preocúpense por la educación integral de los andaluces, educación integral, que -como ya he repetido en múltiples ocasiones- no puede olvidarse, y menos en nuestra tierra, de la enseñanza religiosa.
Juan Ortega Álvaro.
Delegado Diocesano de Enseñanza.
Obispado de Asidonia-Jerez.
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