Cordial saludo a todos en este nuevo intento.
En las aulas la Religión se da dependiendo de algunos factores que se convierten en determinantes. Entre ellos, la zona geográfica y las particularidades de la cultura propia y ajena que interactúan allí. Siempre he sido partidario de una visión más universal acerca de Dios, menos geográfica, menos atada a las circunstancias, más universal, como fuente de un mejor entendimiento.
Leyendo a algunos estudiosos del tema del conflicto entre las religiones, recuerdo la sentencia de alguno en especial que dijo de manera clara que, por ejemplo, si al conflicto entre judíos y palestinos se le quitaba el aspecto religioso hace tiempo se hubieran puesto de acuerdo. El problema son los absolutismos, las verdades completas, la pretensión de estar en lo cierto y los demás en el error. Los ulemas, rabinos y obispos añaden más al conflicto al pelear por un templo, por una piedra sagrada, por un monumento, por un sitio sagrado. Creo que para los investigadores del tema de las religiones, es claro que unos tomaron de otros, sin dar referencia, aprovechándose de lo que ya estaba escrito, haciéndolo propio, plagiando numerosas historias y mitos. ¿Qué de absoluto y verdadero hay en historias que de pronto tienen un fin moral determinado pero que han sido producto del fenómeno de plagio citado? No podemos negar estos hechos ni el avasallaje cultural que unos han impuesto a otros.
Creo que una postura equilibrada debe recoger las distintas versiones de los diferentes pueblos y culturas sin darles esa categoría de absolutas. Enseñar a Dios en las escuelas debe ser algo más amplio que el simple sentido del adoctrinamiento en lo que se supone o se cree que es verdadero. Debe haber más tolerancia, equilibrio y sentido común. Mucho más respeto, menos agresividad. Las historias pueden contarse como el producto de el afán de saber qué historias se suscitaron en la antigüedad, que circunstancias históricas existían. Hay mucho que aprender de las diferentes mitologías, del simbolismo de Horus, de la pléyade de dioses y héroes griegos, etc.
Este es mi primer llamado.
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