En la sesión inaugural de la XCV ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, como es habitual, saludó a los presentes el Nuncio de Su Santidad en España, Mons. D. Renzo Fratini. El prelado aprovechó su intervención para reclamar, en una sociedad cada vez más secularizada, la formación y educación cristiana en la familia y en la escuela. Los padres, afirmó “tienen el insustituible papel y el derecho a orientar a sus hijos en sus convicciones acerca de la religión y la moral”. Además, “la escuela necesita profesores bien formados, católicos existencialmente comprometidos, convencidos de que la enseñanza religiosa no es un modus vivendi más”.
"Su apreciada tarea no puede limitarse en la práctica a informar del hecho cristiano, sino que, atendiendo a los valores espirituales, han de saber presentar las raíces de la fe en Jesucristo y despertar el amor a la Iglesia. Toda tarea educativa tiene también, entre sus objetivos, el compromiso social, moviendo a la solidaridad hacia los más pobres."
Mons. Fratini se refirió también, entre otros asuntos, a la cuestión de la presencia de los signos religiosos, y en particular del crucifijo, en la vida pública. A este respecto, expresó su deseo de que, “en la sociedad española en general, perviva el afecto por este signo del Amor sin límites de un Dios que se ofrece por el hombre hasta el sacrificio propio”.
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