El pasado sábado 11 de febrero comenzaron las II ReliCat Games en la diócesis de Málaga. La Academia Santa Teresa acogió, un año más, esta actividad extraescolar del alumnado de Religión Católica que se desarrolla en dos jornadas. Concretamente este día tuvo lugar la fase individual de estas particulares olimpiadas, que clasificará a cinco centros en cada una de las cuatro categorías existentes entre los cursos de 5º de Educación Primaria y Bachillerato. Los centros clasificados asistirán a una segunda fase por equipos el próximo 22 de abril.
Han sido cerca de cuarenta inscripciones de centros educativos, tanto públicos como concertados, las que han permitido que alrededor de trescientos alumnos pasaran una mañana de sábado bastante peculiar conviviendo con alumnado de Religión de toda la diócesis.
Una hora antes de las acreditaciones, sobre las nueve y media de la mañana, ya iban llegando las primeras familias que acompañaban a sus hijos desde los distintos puntos geográficos de la provincia de Málaga. Fueron momentos gratificantes de reencuentros con compañeros y profesores nada habitual, ya que era un día no lectivo. Un jornada con aires de compañerismo y convivencia que sin duda alguna muchos lo recordarán gratamente, a pesar de los nervios que algunos reconocían sentir al comienzo.
Tras la oportuna acreditación de todos los asistentes, y ya pasadas la once de la mañana, todo el alumnado, el profesorado y numerosos familiares se congregaron en el salón del colegio. Pedro Bonilla, maestro de religión en un colegio público y coordinador de las Relicat Games, daba la bienvenida a todos los asistentes en nombre del Comité Organizador de las Olimpiadas. Posteriormente, y para despejar los lógicos nervios, el cantautor y maestro de religión Unai Quirós animó con dinámicas musicales el encuentro, desde la oración inicial cantada hasta la el propio himno de las ReliCat Games compuesto por él, y que también sirvió para presentar a los centros participantes. Las dsitintas coreografías y hasta un “Mannequin Challenge” que se realizó, hicieron pasar unos gratificantes minutos difícil de olvidar para todos los asistentes.
Posteriormente, se explicó el procedimiento de las pruebas individuales y se recordaron las principales características, antes de pasar a las aulas sobre las doce de la mañana. Mientras tanto las familias se quedaron en el porche del colegio, en las inmediaciones o incluso algunos se fueron de paseo; dado que la lluvia del fin de semana, aquella mañana dio tregua.
Pasaban ya las una de la tarde, cuando los primeros alumnos iban concluyendo sus pruebas. Poco a poco el alumnado, las familias y sus profesores de religión iban abandonando el centro entre comentarios sobre cómo les había salido la prueba, pero en sus rostros se denotaba la satisfacción de lo realizado y la ilusión por clasificar a su centro educativo.
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