El Grupo Parlamentario Popular (GPP) reclamó ayer a la Junta que ofrezca la cobertura normativa necesaria a los alumnos que han decidido matricularse en la asignatura de Religión en ESO y FP y que se proteja también a los docentes; así como que se publique de inmediato el nuevo decreto de currículo que está tramitando, para evitar cualquier inseguridad jurídica.
Los pulares advierten «de las consecuencias nefastas», tanto para centros educativos como para las familias, derivadas de la improvisación administrativa, y criticaaron que el Gobierno regional esté obligando a los centros educativos a «trabajar a destajo» en verano sin el amparo normativo pertinente. Una de las consecuencias de esta actuación, a su juicio, es que continúa la incertidumbre para los profesores de Religión Católica, cuyo futuro laboral está a expensas de que la consejera de Educación decida publicar el decreto.
Fuente: elperiodicoextremadura.com
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