Habrá una reunión la próxima semana y, en principio, se espera que de la misma salga una solución para los profesores de Religión que pierden horas de clase --y parte del sueldo-- con la implantación del nuevo currículo de ESO y Bachillerato. Pero de momento, la Junta de Extremadura no ha querido aclarar qué ocurrirá con estos docentes y si sigue en pie la propuesta que se lanzó desde la Administración regional para que éstos suplantaran el horario que se les quita con tareas de biblioteca. Por ahora, empieza el curso sin una solución a esta complicada polémica.
El portavoz de la Asociación de Profesores de Religión de Extremadura, Angel Marín, aseguró ayer que confía en que desde la Junta se dé una salida a quienes, como él, imparten clases en los centros extremeños: "Esperamos llegar a un acuerdo que contente a ambas partes, es lo justo", aseguró.
Pero si en ese trato se mantiene la opción de cubrir esas horas que se eliminan de la jornada con labores de biblioteca o similares, entonces será el sindicato PIDE quien lleve a cabo un recurso contra la Junta de Extremadura al considerar que el profesor de Religión es personal laboral y no funcionario de carrera, de manera que no puede desarrollar tareas que no le corresponde. "Los laborales de Religión son personal concertado por un acuerdo con la Santa Sede y, por tanto, su labor únicamente se circunscribe a la impartición de clases de Religión", sentencian desde el sindicato PIDE.
Habría que recordar que el pasado mes de julio las diócesis extremeñas recurrieron al TSJEx el currículo de ESO y Bachillerato y que los profesores del sector enviaron una carta al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, expresando que se sentían "vejados".
Fuente: elperiodicoextremadura.com
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