La falta de acuerdo y flexibilidad del Gobierno de la Administración Central (PP) y del Gobierno de la Administración Autonómica (PSOE) ha generado una situación problemática y difícil para los maestros de Religión Católica en Andalucía. Esta mala gestión pone en peligro mil puestos de trabajo, con lo que ello implica para las familias de este colectivo, teniendo en cuenta cuál es la situación del mercado laboral en la actualidad. Todo ello a pesar de que desde varios medios de comunicación se ha dicho que la Ley Wert beneficia a este colectivo. Nada más lejos de la realidad.
La otra cuestión a tener en cuenta es la idea que se plantea en el borrador de la Consejería de Educación de reducir la carga horaria de la asignatura de los 90 minutos semanales que se imparten en la actualidad a 45 minutos. Este tiempo es a todas luces insuficiente para poder impartir con profundidad esta materia y cualquier otra.
Directa o indirectamente, la incapacidad de la política española en materia de educación pone en peligro el derecho que tienen los padres a elegir el tipo de enseñanza que quieren para sus hijos (art. 27.3 de la Constitución: los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones), dejando en su mínima expresión los Acuerdos Iglesia Estado, en lo que a esta materia se refiere.
Por estas razones, los sindicatos ANPE, CSI-F, USO y APRECE, que apoyan esta materia que siempre está presente en el debate de los grandes partidos políticos en cada legislatura, han visto la necesidad de movilizaciones como la manifestación del pasado 20 de diciembre. También se ha propuesto una recogida de firmas, tanto en colegios públicos, privados y concertados y en parroquias, ya que cuenta con el beneplácito de los obispos.
Conclusión: si los cristianos nos dejamos comer el terreno, la civilización occidental, tal y como la conocemos, está abocada a la desaparición.
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