Considera discriminatorio que algunas regiones no hayan programado alternativas para los alumnos que no escogen la materia
Una vez todas las comunidades autónomas han completado el desarrollo de la LOMLOE que a ellas les compete, la presencia de la clase de Religión en el sistema educativo ha quedado resuelta. Y la nueva situación no es satisfactoria para la Iglesia, tal y como lo ha puesto de manifiesto en un comunicado la Conferencia Episcopal Española (CEE).
La principal conclusión es que hay tantas regulaciones como comunidades autónomas. Unas mantienen el horario mínimo de una hora semanal fijado por el Ministerio de Educación, mientras que otras han decidido ampliarlo. Unas optan por una atención educativa a los alumnos que no eligen la materia y otras no.
Según explica la nota de la CEE, hay hasta diez comunidades autónomas que guardan una hora semanal para la materia, circunstancia que en algunos casos supone un leve repunte de tiempo con respecto a la anterior ley (Aragón, Asturias, Baleares, País Vasco y Comunidad Valenciana) o un descenso significativo (Canarias, Cantabria, Cataluña La Rioja y Navarra). Andalucía, Castilla y León, Madrid y Murcia superan la hora semanal como ya venían haciendo hasta ahora.
«Valoramos el reconocimiento por parte de algunas Administraciones educativas de la necesidad de dotar a la asignatura de Religión de un horario suficiente; nos parece un signo de que sigue siendo posible una mejor consideración académica de esta clase. Lamentamos que en muchos casos no se haya aprovechado esta regulación para dotarla de un horario más amplio», explica el texto, firmado por la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura.
Discriminación
La otra objeción que los obispos ponen al desarrollo realizado por las autonomías tiene que ver con la atención educativa a los alumnos que no escogen la Religión. «Lamentamos la desaparición de una alternativa que sostiene el principio de no discriminación e igualdad del alumnado», añade. De nuevo, la disparidad de criterios es la norma.
Con todo, ponen el foco en el Bachillerato, pues a los alumnos de esta etapa se los penaliza por elegir la Religión, ya que así se ve incrementada su carga lectiva semanal y, dicen, «podrían encontrarse en condiciones de discriminación». «Sería necesaria la defensa jurídica del derecho de estos alumnos», explican.
Como conclusión, la CEE aprecia «una mejora en la percepción de algunas Administraciones» sobre la materia, así como en el tratamiento del alumnado que no escoge la asignatura», pero insiste en que hay riesgo de discriminación.
«Es necesario continuar en el trabajo de explicación y divulgación a las familias, la comunidad educativa y toda la sociedad, de la importancia de este ámbito educativo, que debe reflejar la pluralidad del alumnado, en el conjunto del currículo escolar», concluye el texto.
Fuente: alfayomega.es
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