La clase de Religión, la última de las Marías

"Es una María, probablemente la más María de todas. Pero a mí me encanta, porque es la más importante de todas"

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Javier Arias Artacho

Solo los que me conocen bien saben que mi labor literaria no solo es compaginada con mi colaboración en la Universidad Católica de Valencia, sino que dedico muchas horas a las clases de Religión en un centro de las Misioneras Claretianas. Quizás solo a un excéntrico se le ocurriría dirimir las novelas, la lengua y la Religión, pero esta extravagancia a mí me encanta, y enriquece muchísimo mi existencia. Y evidentemente no cuento esto para que sepáis algo más sobre mi vida, sinceramente feliz, sino para dar cuenta de una modesta autoridad a la hora de exponer mis ideas.

 
Aquel que dedica gran parte de su tiempo a los jóvenes sabe que hay días mejores y peores: días excelentes, días para morirse sobre la tarima, a veces de risa, a veces de pena, y otros mortales de la muerte, como dirían ellos, en los que deseas estrangular a alguno y que las horas te traguen definitivamente. Es la condición humana de la docencia, esa esquizofrenia entre la vocación, la desesperación y la impotencia. Pero aquellos que entramos en el ámbito de la Religión en ESO y Bachillerato sabemos que también hay de esto, pero sobre todo hay días de luz y días vacíos, días en los que Dios late en tu corazón y otros en los que te deslizas hasta el final de la hora.

 
El amor en esto juega mucho. Es fundamental, y lo he experimentado. A veces estás con Él, y otras no.

Yo siempre les digo a mis alumnos que la asignatura de Religión es una María. No es por nada, pero ellos lo saben, como lo sabía yo desde muchacho. ¡Qué necesidad hay de engañarlos! Es más, para muchos compañeros es evidente, y a veces les cuesta disimularlo, aunque a ellos también les haría muy bien venir a clase, aunque a ellos también les haría muy bien esa asignatura tan desprestigiada y pendiendo de un hilo académico. Incluso a veces también sucede que los mismos docentes somos los mediocres, muchos profesores de Religión que dejan mucho que desear, que bien podrían dar Religión en un Instituto como Tecnología o Plástica, asignaturas algo más prestigiosas, claro.

Yo siempre les digo eso, y ellos lo saben: es una María, probablemente la más María de todas. Pero a mí me encanta, porque es la más importante de todas. Es imprescindible en tu vida y una de las únicas que andarás revisando siempre, hasta que te mueras. Yo les digo esto, y ellos me miran serios, no sé si porque lo entienden o simplemente porque lo intuyen. La asignatura de Religión es una pasada, pero como las cosas del Evangelio, parece un pequeño granito de mostaza. ¡Y esa ésa es la idea!

Más allá de lo que algunos puedan pensar, la asignatura de Religión Católica en ESO y Bachillerato tiene como principal objetivo que los alumnos aprendan. No se trata de una catequesis. Son muy bienvenidos esos ateíllos que enriquecen las horas, o esos indiferentes que a veces resucitas como a un Lázaro. La clase de Religión busca el conocimiento y para ello muchas veces debe ahondar en la historia, en la sociología, en el arte y, por supuestísimo, en la teología y en la filosofía. La gente no se lo imagina, pero la clase de Religión es una fuente de conocimientos, y si el alumno se niega a aprender, el profesor hará como los sabios, abrirá la jaula y los dejará volar. Pero si el muchacho quiere, aprenderá muchísimo.

 
Pero no es solo eso. La clase de Religión es la única asignatura en la que importa muy mucho cómo aprendan, cómo reciban el conocimiento. Como en todas las demás disciplinas, pero en esta sobremanera, es imprescindible que se lo pasen bien, que disfruten, que deseen que llegue la hora de Religión. En algunas, que esto no se consiga es secundario, pero en la María es imprescindible y fundamental. Aprender y disfrutar, o mucho mejor: disfrutar y aprender, y entre clase y clase, a veces sacudir las emociones, tocar el corazón, y dejar que Dios susurre a los más atentos. Son momentos puntuales, inesperados como perlas escondidas, pero que dejan un recuerdo imborrable, y los marca para siempre.

Mantener este equilibrio entre lo académico, lo emocional y lo espiritual en una clase es tan difícil como maravilloso. Por eso la Religión es una María que a veces mantiene heroicamente un buen número de alumnos, aunque en algunos institutos la pongan a última hora, cuando el resto de compañeros ya se ha ido a casa.

Jesús enseñaba con parábolas. Cada vez que tenía que explicar algo importante recurría a ellas. Entonces aquellos primeros alumnos escuchaban boquiabiertos, y los más atentos preguntaban después. En el siglo XXI, es inútil impartir la clase de Religión de otra manera. No se puede dar clases sin proyecciones, sin audios, sin imágenes, sin experiencias… ¡Es inútil! Y si hay alguien que esto todavía no lo ha entendido, que ceda el paso a otro. ¡Es inútil e imposible educarlos de otra manera en el panorama socioeducativo actual! Estoy convencido de que Jesús hoy nos diría que vale más una imagen que mil palabras. Pero eso sí: una imagen certera, a tiempo y bien suministrada.
 
Es por ellos que a veces me da por pensar, y por sentir. La asignatura de Religión es una María, pero una de ésas María que da pleno sentido a la vida de un docente cristiano. Soy consciente de que mis palabras serán la única referencia para muchos durante mucho tiempo, a veces quizás para toda la vida. La Iglesia Católica deposita en mis manos una labor única e imprescindible, y para muchos de esos jóvenes de hoy, mis enseñanzas serán lo único que carguen durante muchos años, hasta que un día, vacíos, pero con ese latido de las clases, se les vuelva a ocurrir dejarse caer por un templo. Para algunos no es la hora, para algunos tendrán que pasar muchos años para que entiendan. Sin embargo, quienes han pasado por la clase de Religión atesoran algo, algo que llega a brillar en lo escondido, y ese tesoro de la María algún día acabará por dar sus frutos.

En estos tiempos de laicismo, en estos tiempos en los que la clase de Religión cada vez es más y más Cenicienta, a veces me da por pensar qué sería del sistema educativo sin las clases de Religión y sin la incansable labor de los centros religiosos. A veces me da por pensar en el futuro sin canales efectivos para la transmisión de nuestros valores cristianos, comprobadísimamente buenos. A veces me da por pensar qué sería de esta sociedad sin un número importantes de alumnos que pierdan su tiempo con una María.

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Comentarios

  • Gracias por tus palabras, es tiempo de hacer las cosas bien , aunque muchas veces sientas que todo es inútil , gracias por tus palabras.8917895269?profile=original

  • Hola Elena,soy madre de tres adolescentes de 26,22 y 20 años y cómo diría mi mamá, hijos pequeños problemas pequeños, hijos grandes problemas grandes. De dos de ellos, los más chicos fuí tb su catequista y aunque muchas veces renegaron de su fe y mostraron indiferencia y no van a misa, de vez en cuando, vaya a saber por qué o para qué escucho:" mamá hoy voy a misa con vos" y a mí me estalla el corazón de alegría xq descubro que la semilla de la fe sí ha prendido en ellos y en cuanto Dios lo disponga los llamará a trabajar por el Reino. Miedos a montones, desde esperarlos despierta,a la madrugada que lleguen sanos y salvos (nunca imaginé que escuchar el sonido de las llaves en la cerradura de la puerta de casa me fuera a alegrar tanto jajajaja) hasta que en algún punto del camino confundan el rumbo, pero Dios siempre está velando por ellos y nosotros como padres les hemos inculcado. Vivimos en Rosario,una ciudad de 1.500.000 habitantes a 400km de Buenos Aires,en plena pampa húmeda, donde plantás una semilla y crece un trigal y aún así, nuestra ciudad tiene zonas muy pobres como la que rodea a ntra. pquia. que se halla en el sur de la misma, en donde cada año se inscriben en la catequesis entre 150 y 200 niños para recibir el sacramento, pero nos pasa lo mismo que a uds despues de tomar la comunión desaparecen. Hemos probado con cat.familiar y no funcionó, hemos adaptado contenidos, hemos ido de lo puramente doctrinal a lo puramente vivencial, y sin embargo no hemos visto los resultados que esperamos, pero ¿ no será que ésa es nuestra misión? buscar, renovar,ser eco del mensaje,pero sobre todo,descubrir que ellos se llevarán de nosotros lo mejor que podamos brindarles. He tenido que aprender a usar el facebook para comunicarme con ellos y estar cerquita por si me necesitan fuera del horario del enc.de catequesis y sin embargo, infinidad de veces  remo contra corriente y es duro, la sociedad no nos ayuda, las flias tampoco, hay pocos buenos sacerdotes pero sabés lo que salva nuestra misión? el amor, xq de lo que no tienen que tener dudas ni ellos ni sus familias es que son queridos y contenidos. Yo llevo en las tardes de invierno mate-cocido en un termo para tomar la merienda y muchos de ellos a través de 13 años de lo único que se acuerdan es esa taza de mate cocido que "la seño" le dió una tarde que hacía frio y aprendí que éso tb es hacer catequesis. En abril arranco con un nuevo grupo, quiera Dios me siga ayudando a mostrar su rostro con acciones mas que con palabras, porque ellos aprenden más de lo que ven que de lo que escuchan. Pongámosnos las pilas como decimos acá y rememos con fuerza que el amor siempre triunfa y recordemos que nuestra tarea es mantener los barriles llenos de agua ya que el que tiene que convertir el agua en vino es el Señor.Cariños desde el otro lado del oceáno y nos mantenemos en contacto.
  • HOLA MARIA DE LOS ANGELES, GRACIAS PRIMERAMENTE POR LAS PALABRAS QUE ME DIRIJES. DOY GRACIAS A DIOS PORQUE SIEMPRE TENEMOS A NUESTRO LADO MUCHA GENTE QUE NOS APOYAMOS, AÚN EN LA DISTANCIA. ES GRATIFICANTE VER QUE NO ESTAMOS SOLOS, QUE AUNQUE PAREZCA QUE TODO LO QUE NOS ENVUELVE NO NOS ACOMPAÑA SÍ HAY MUCHAS PERSONAS QUE SENTIMOS LO MISMO Y DESEAMOS LO MISMO. YO TENGO DOS NIÑOS PEQUEÑOS Y A VECES ME SIENTO QUE VOY A CONTRACORRIENTE CON TODOS. VIVO EN UN PUEBLO PEQUEÑO, 2000 HABITANTES, Y ME ENTRISTECE VER COMO EN LA PARROQUIA NUNCA HAY MÁS DE 10 NIÑOS EN LA MISA DOMINICAL, Y JÓVENES CASI NINGUNO. DESDE LA PARROQUIA INTENTAMOS HACER COSAS, PERO LA BARCA NO PUEDE NAVEGAR SI DENTRO DE LAS FAMILIAS NO SE COGE EL TIMÓN, Y ESTO ES LO QUE NOS ESTÁ OCURRIENDO CADA VEZ MÁS. LOS PADRES TRAEN A LOS NIÑOS A LA CATEQUESIS PORQUE TOCA Y HAY QUE TOMAR LA COMUNIÓN AUNQUE NO SEPAN NADA. LO MÁS TRISTE ES QUE CUANDO ACABAN DE RECIBIR ESTE SACRAMENTO SE ACABÓ TODO, YA NO HAY MÁS. YO COMO MADRE ME SIENTO IMPOTENTE, PORQUE PRETENDO TRANSMITIR MI FE A LOS MÍOS, PERO ¿QUÉ ELEGIRÁN ELLOS CUANDO SEAN MAYORES? TODO LO TIENEN EN CONTRA, PERO AUN ASÍ CONFÍO EN QUE DIOS HACE MILAGROS Y NUNCA LOS VA A ABANDONAR, AUNQUE LA TORMENTA SER FUERTE. LO QUE RECIBEN EN LA FAMILIA DESDE PEQUEÑOS SERÁ UNA SEMILLA QUE ALGÚN DÍA PODRÁ CRECER A PESAR DE LAS DIFICULTADES DE LA VIDA. ASÍ LO ESPERO. GRACIAS
  • Hola Elena, me dá mucho gusto intercambiar experiencias contigo, por la distancia por un lado y aunque parezca una paradoja por la cercanía a través de nuestro trabajo. Aqui en la República Argentina las escuelas públicas tienen prohibido dictar la cátedra de Religión, así que todo depende de la educación que traen de sus hogares, así estamos también....

    Me tomo de tus palabras, sigamos caminando que con el guia que tenemos no debemos temer el camino a recorrer. Nos seguimos comunicando.

  • ME PARECE QUE ESTÉ LEYENDO UNA HISTORIA QUE NO VA POR DESGRACIA EN NUESTRA SOCIEDAD ACTUAL. ¡QUÉ SERÍA DE NUESTROS HIJOS SIN ESTA ASIGNATURA QUE LES INCULCA UNOS VALORES! ESTOY DE ACUERDO CONTIGO EN QUE HAY MUCHOS PROFESORES DE RELIGIÓN QUE MÁS LES VALDRÍA ENSEÑAR OTRA COSA, SOBRETODO EN ALGUNAS ESCUELAS PÚBLICAS, DONDE APENAS LOS PADRES NOS ENTERAMOS DE LO QUE HACEN EN LA CLASE DE RELIGIÓN. SABEMOS LO QUE TRABAJAN EN MATEMÁTICAS, VALENCIANO O CONOCIMIENTO DEL MEDIO, PERO QUÉ SABEN DE JESÚS. YO SOY CATEQUISTA Y ES TRISTE Y PENOSO DARTE CUENTA DE LA REALIDAD DE LOS NIÑOS EN LA CATEQUESIS. APENAS SI SABEN QUIEN ES JESÚS. PERO ES ASÍ, Y LO ÚNICO QUE NOS QUEDA ES SEGUIR ESFORZANDONOS COMO PADRES PARA QUE SEPAN A SER POSIBLE QUIEN ES DIOS Y JESUCRISTO TANTO COMO SABEN SUMAR, ESCRIBIR O LEER. DE TODAS MANERAS, MUCHO ÁNIMO, PORQUE HOY SOMOS MISIONEROS NOSOTROS AQUÍ EN EUROPA, ESPECIALMENTE EN ESPAÑA. HACEN FALTA MUCHOS PROFESORES DE RELIGIÓN COMO TÚ. FELICIDADES
  • Hola, qué hermosas palabras, lamentablemente no siempre son tan ricas las clases de religión. Yo soy catequista parroquial y mas que conocimientos, trasmitimos el mensaje, el Kerigma, la catequesis desde la experiencia de encuentro con el crucificado pero mis hijos han ido a escuelas católicas y con ciertas actitudes o acciones no han conseguido trasmitir el mensaje deseado o pareciera que no alcanza solo con éso porque despues deben volcarse a la catequesis parroquial para recibir los sacramentos de iniciación. Que todos seamos uno para que el mundo crea, que la religión como materia de estudio vaya de la mano junto a la catequesis. gracias.

     

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