Los retos y oportunidades de la inteligencia artificial en la educación o el cultivo de la espiritualidad como herramienta para mejorar la salud mental de los jóvenes fueron algunos de los temas tratados en el I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Humanidades, que reunió este sábado en CaixaForum Madrid a cientos de docentes y humanistas, entre ellos, Fernando Savater, Andres Schleicher, Javier Urra y la directora de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias.
“No hay que salvar a las Humanidades, son las Humanidades las que han venido a salvarnos”. Así abría el acto José María de Moya, director general de Siena Educación, que estuvo acompañado por Mariano Jabonero, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), y Amador Sánchez, decano del Colegio Oficial de Docentes de Madrid. Jabonero incidió en que “a través de las Humanidades podemos alcanzar una sociedad más justa y libre”, mientras que Sánchez puso el acento en “el contexto de equilibrio imprescindible” del que deben gozar las Humanidades con el resto de disciplinas: “La educación en valores es fundamental y las Humanidades encierran la esencia de todos los valores”, añadió.
La conferencia inaugural corrió a cargo del filósofo y escritor Fernando Savater, que bajo el título 'Los exploradores del espíritu' pronunció un discurso en defensa de las Humanidades: “Si las abandonamos, estamos destinados a convertirnos en máquinas que no se paran a pensar ni buscan el sentido que necesitamos”. En esta línea, se refirió a la tarea de quienes hoy se dedican a las Humanidades como “humanismo a contracorriente” porque, en sus palabras, “ensalzar lo humano es visto como una forma de arrogancia, mientras que borrar lo específico de lo humano es aplaudido”. Propuso, así, “educar más el ser que el hacer” y recordó: “Las ciencias se ocupan de lo que hacemos; las Humanidades de lo que somos”.
“El ChatGPT no hará que los alumnos se esfuercen menos”
La relación de las Humanidades con la tecnología, la salud mental y la literatura fueron los temas que ocuparon los tres conversatorios del encuentro. En el primero Richard Benjamins, responsable de la estrategia de inteligencia artificial de Telefónica, e Ignacio López-Goñi, catedrático de Microbiología, debatieron sobre los retos y oportunidades que la inteligencia artificial o el transhumanismo plantean a educadores, familias y alumnos.
En este sentido, Benjamins señaló como primera tarea desmitificar: “Herramientas como ChatGPT no van a hacer que los alumnos se esfuercen o piensen menos; al revés, es una oportunidad para hacerles pensar más o de una forma distinta y que así sean capaces de distinguir los sesgos”. Aseguró que “al igual que hoy tenemos sistemas antiplagio o antispam, pronto sucederá lo mismo con herramientas como ChatGPT”. López-Goñi sostuvo que “la ciencia también es cultura”. Por eso, en su opinión, “es un error dividir tan pronto a los jóvenes en ciencias y letras, así como fomentar que los ‘listos’ vayan a ciencias; necesitamos una educación holística”. Como científico recordó, además, que “necesitamos una ciencia experimental, pero también tenemos que pensarla”.
La formación espiritual de los hijos, importante para encontrar sentido a la vida
La salud mental del alumnado ocupó el segundo conversatorio, que bajo el título 'Psicología y espiritualidad' reunió a José Antonio Luengo, decano del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid; Javier Urra, doctor en Psicología y exdefensor del Menor; y Noël Sèmassa, psicólogo y V Premio de Ensayo Teológico Joven PPC.
Luengo aseguró que “los profesores recibimos a chicos con muchas mochilas, pero no podemos dejar a la escuela toda la responsabilidad” y advirtió que “determinadas tecnologías han sido diseñadas para crear adicción”.
Urra, por su parte, alertó de que “los docentes están sosteniendo una infancia y una juventud a la deriva y desilusionadas por falta de sentido de trascendencia” y urgió “cuidar la salud mental de los niños, ya que el 70% de las enfermedades psíquicas tiene su raíz en la infancia". Se refirió así a la escuela como “el fonendoscopio de la sociedad” y propuso que “en la actual sociedad del ‘yo’ hay que poner más el acento en el ‘tú’”. Sèmassa puso el acento en el papel de la familia: “Los padres deben dedicar tiempo a la formación espiritual de sus hijos para que encuentren un sentido a la vida”.
La novela histórica, cada vez más importante para enseñar de forma rigurosa
La 'novela histórica' protagonizó el último de los conversatorios, en el que Antonio Pérez Henares e Isabel San Sebastián, presidente y vicepresidenta de la asociación Escritores con la Historia, pusieron de relevancia el papel cada vez más importante de este género literario para enseñar de forma rigurosa y amena la historia. Pérez Henares argumentó que “la novela histórica puede contribuir a contestar y replicar a esta nueva moda que pretende no solo reescribir, sino también borrar y cancelar nuestro pasado”. En la misma línea, San Sebastián tildó de “barbaridad” el que “hoy se juzguen hechos acaecidos hace mil años con criterios contemporáneos” y se refirió a la novela histórica como “una herramienta pedagógica de primera magnitud que presenta la historia no como un ejercicio memorístico aburrido, sino como una aventura”.
El panorama internacional de las Humanidades lo expuso Andreas Schleicher, director del área educativa de la OCDE, quien citó “el sentido, la compasión, la relación con otras culturas y las tradiciones” como “aquello que nos diferencia como personas humanas”. “En un mundo donde la tecnología nos modela la vida, tenemos que preguntarnos qué nos identifica”, añadió.
El acto de clausura corrió a cargo de Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia, que además de presentar el pionero portal Historia Hispánica junto a su director técnico, Jaime Olmedo, recordó que “la enseñanza de la historia y las Humanidades es prioritaria”. Por otra parte, elogió la labor de los docentes de Educación Primaria y Secundaria porque “constituyen el momento en que se forma y se decide la persona y la personalidad del joven”. Recordó, en este sentido, que “el gusto por saber, la curiosidad o la autoestima nacen y se forjan en el sistema escolar”.
Fuente: cope.es
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