El secretario general de la Conferencia Episcopal (CEE), José María Gil Tamayo, se ha mostrado partidario de aprobar un pacto para que la Educación "no esté supeditada al vaivén de las ideologías" en el que la religión debe estar dentro del currículum escolar. Durante una rueda de prensa para presentar las conclusiones de la 108 reunión de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, el portavoz de la CEE ha dicho que "la Iglesia quiere tener un voz única en este proceso de pacto educativo".
“Queremos que la clase de religión esté en el marco educativo” y con “plena integración en el currículum” para desarrollar el derecho de los padres de educar a sus hijos según sus convicciones y el de los profesores de religión de “ejercer con normalidad esa tarea escolar”.
Además, el secretario general de la CEE ha señalado que ese pacto debe respetar los acuerdos del Estado con la Santa Sede y con otras confesiones religiosas.
“No queremos privilegios, pero tampoco marginación”, ha puntualizado el portavoz de los obispos, quien no ha hablado de asignatura, pero sí ha concretado que la enseñanza religiosa debe desarrollarse “en el ámbito escolar, que no es catequesis”.
Para Gil Tamayo, el hecho religioso no puede quedar excluido del horario escolar “dejándolo en la privacidad y la conciencia” de cada uno.
Ha explicado que representantes de la Conferencia Episcopal se reunieron el pasado 18 de octubre con el entonces ministro en funciones de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, al que transmitieron la “necesidad urgente de un pacto de Estado” encaminado a lograr mejores niveles educativos.
En concreto, ha dicho puntualizado que asistieron por parte de la CEE el propio Gil Tamayo; el obispo de Segovia, César Franco, y el director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Enseñanza, José Miguel García Pérez, y que fueron convocados por Educación para opinar sobre la conveniencia de alcanzar un pacto.
“Esperamos concordia y estabilidad en el marco educativo”, ha indicado Gil Tamayo, quien ha planteado la necesidad de abandonar “la incomunicación para caminar unidos” por el bien común.
Gil Tamayo ha justificado la presencia de la Iglesia en ese pacto educativo porque ha recordado que cuenta con 2.600 centros católicos, con 1,4 millones de alumnos, más de 25.500 profesores de Religión y 15 universidades a las que asisten 90.000 alumnos.
“La Iglesia tiene un peso, una palabra y un ideario, quiere ser coherente y concurrir al servicio del bien común de la sociedad española, y hacerlo con voz unitaria”, ha concluido
Fuente: republica.com
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