Recientemente, la asociación Europa Laica ha vertido una serie de calumnias sobre los profesores de Religión. A continuación aportamos datos comprobables que desmienten las acusaciones citadas.
Esta asociación laicista ha afirmado que el Estado gasta 500 millones de euros al año en los profesores de Religión Católica de la enseñanza pública y que la financiación de los mismos “no ha sufrido merma alguna”, en un momento en que los recortes afectan “gravemente a la escuela pública”.
No puede haber falsedad más grande ni más injusta habida cuenta la debacle que se ha dado en el profesorado de Religión -con diferencia el colectivo más precario- por los recortes llevados a cabo en la educación pública. Para muestra, un botón: en Navarra, de un colectivo de 200 profesores de Religión Católica, 14 fijos han sido directamente despedidos y a otros 64, también fijos (no interinos), se les ha reducido la jornada. Otro ejemplo lo aportamos en este enlace: la Junta deja en 25 los docentes de Religión a jornada completa.
Sigue el comunicado diciendo que en España, “los obispos seleccionan y nombran a las personas que imparten religión católica y, sin embargo, es el Estado quien paga su nómina y seguros sociales”.
Es normal que la Iglesia Católica declare la idoneidad del profesor que va a impartir Religión Católica, pues es la institución competente para establecer qué es acorde con la Religión Católica. Así se garantiza que la clase de Religión Católica que demandan los padres sea realmente conforme a la fe y moral católicas. ¿Tiene sentido que imparta Religión una persona no creyente, en cuya vida la fe no tenga ninguna importancia? ¿Tendría sentido un profesor de Educación Física que nunca hiciera ejercicio físico o se mostrara contrario a la práctica deportiva?
Por su parte, el Estado paga a estos profesores con el dinero de los contribuyentes (padres) que solicitan libremente la clase de Religión para sus hijos. Nada más justo.
El comunicado de Europa Laica sigue diciendo que “a pesar de que los fondos públicos para el mantenimiento de este personal religioso no han disminuido, sí lo ha hecho el número de estudiantes que se matriculan en religión”.
Ya hemos hablado de las reducciones de plantilla tan importantes que se han dado en los profesores de Religión como consecuencia de los recortes. En cuanto a la disminución de alumnos matriculados en Religión, hay que decir que la Administración ha convertido a la clase de Religión en una María que no se evalúa ni cuenta para el expediente académico y cuya asignatura alternativa, cuando la hay, consiste en reforzar otras materias troncales como el inglés, horas para hacer los deberes, tiempo libre… En algunos casos los alumnos que no cursan Religión pueden irse a sus casas. También hay centros en los que ni siquiera se ofrece la asignatura de Religión. ¿Cómo no iba a disminuir el alumnado en estas condiciones tan injustas?
Según Europa Laica, “quienes imparten religión asumen en los centros tareas curriculares que no les corresponden de acuerdo con la legislación vigente, al suplir bajas de docentes e incluso impartir otras asignaturas para completar el horario en el mismo centro”.
No es verdad que la ley impida a los profesores de Religión completar su horario impartiendo otras asignaturas o realizando otras funciones: los Acuerdos Iglesia-Estadodicen que “los profesores de Religión formarán parte, a todos los efectos, del Claustro de Profesores de los respectivos Centros”. Si son miembros del Claustro de Profesores a todos los efectos deben ser como el resto de profesores, a los que se les completa el horario con otras asignaturas o trabajos en el Centro.
Lo que ocurre es lo contrario. Muchas veces no se permite que el profesor de Religión complete su jornada con otros trabajos por ser “el de Religión”, a pesar de que la Dirección de un colegio lo vea conveniente por las necesidades del centro.
También advirtió este movimiento laicista de que “nos encontramos en la antesala de un nuevo marco legal en el que estas personas podrán ser nombradas directores de los centros públicos”, a juzgar por “la propuesta de reforma educativa que el Ministerio de Educación ha presentado”.
¿Dónde hace mención de este particular el Anteproyecto de Ley del Partido Popular? Porque la nueva ley educativa de Rajoy no menta la clase de Religión ni su profesorado en ninguno de sus apartados. De todas formas, debería ser normal que un profesor de Religión pudiera ser director de un Centro ya que, como hemos citado más arriba, forman parte del claustro de profesores a todos los efectos.
Para acabar, Europa Laica estima que “tanto las administraciones educativas como algunos sindicatos de la enseñanza consienten que se otorgue un estatus laboral y un trato privilegiado a unas personas que no han superado unas oposiciones a diferencia del resto del personal docente, al mantenerles su plaza fija año tras año y al abonarles la nómina los meses del verano (lo que no ocurre con el profesorado interino)”.
El profesor de Religión no tiene que hacer oposiciones, pero debe tener una titulación académica extra además de la que se exige a cualquier docente. En primaria, además de ser maestro, debe cursar unas asignaturas que le otorgan la especialidad de profesor de Religión (24 créditos ECTS). En secundaria, además de la licenciatura civil, debe tener al menos la diplomatura en Ciencias Religiosas (tres cursos). Estas son las oposiciones del profesor de Religión y es necesario que sea así para garantizar la formación académica de los profesores de Religión Católica que los padres demandan para sus hijos.
En cuanto a la estabilidad laboral y las retribuciones de los profesores de Religión, se identifica erróneamente a los profesores de Religión con los profesores interinos. Los profesores de Religión son contratados indefinidos y no renuevan el contrato cada curso, por eso cobran los meses de verano, porque a los indefinidos no se les contrata temporalmente como a los interinos. A pesar de esto, como hemos dicho más arriba, este curso se ha echado directamente a la calle a un número importante de estos profesores “fijos”. Por su parte, los profesores de Religión interinos sí que tienen el mismo estatus que los interinos de las demás asignaturas (con algunas excepciones importantes como la baremación, entre otras, en las que los profesores de Religión interinos no son iguales a los demás).
A tenor de todo lo expuesto, el lector podrá haber comprobado por sí mismo la falsedad de las manifestaciones de Europa Laica. Esta necesidad de recurrir a la calumnia evidencia la ausencia de argumentos reales para cuestionar la enseñanza de la Religión en la escuela. Una asignatura que brinda una formación integral a los alumnos, responde a la demanda de las familias y que está normalizada en Europa (la única excepción es Francia, aunque sí se imparte en Alsacia y Lorena).
Fuente: Religión en Navarra
Comentarios
Queridos compañeros:estoy de acuerdo en todo lo dicho anteriormente.Además en mi cole se recogieron firmas para quitar a los 25000 profes de reli y sustituirlos por 25000 de inglés.Este curso voy a intentar estar en el consejo escolar para ver lo que puedo hacer y estar bien informada de todo.Un saludo a todos mis compañeros maestros de Religión.
tengo entendido, además, que en algunas diócesis(como Madrid capital) se hace, incluso, un exámen tipo test para saber el conocimiento del personal que deben contratar...
aún así, yo siempre digo lo mismo: "carezco del derecho de oposición" que los demás profesores sí tienen porque a mi me gustaría trabajar de religión durante mi vida y no puedo tener esa estabilidad porqeu no tengo una oposición que me ayude a mi propósito, si quisiera tener esa seguridad tendría que opositar por cualquier otra materia apartandome de aquello que, para mí, es mi vocación.
un abrazo.
Una y otra vez defendiendo nuestro sitio en la enseñanza pública, una y otra vez defendiendo nuestros derechos, una y otra vez respondiendo a acusaciones falsas...muchos y muchas de nosotros terminará por tirar la toalla por puro cansancio. No sólo por los ataques desde estas organizaciones y sindicatos, sino que además lo tenemos que hacer cada día en nuestro centro escolar. Un abrazo y a seguir en la lucha