El programa de coalición de PSOE y UP recoge que la asignatura dejará de ser computable a efectos académicos y no se contemplará una alternativa como Ética
Revuelo entre la comunidad educativa católica.
El Partido Socialista y Unidas Podemos (UP) han incluido en su programa de coalición que la asignatura de Religión dejará de ser evaluable, no contará a la hora de hacer la media en las notas y no tendrá una materia alternativa como, por ejemplo, Ética. Esta medida, que se materializará en caso de que el Gobierno de progreso logre el apoyo mayoritario de las Cortes y Pedro Sánchez sea investido como presidente, ha inquietado a los docentes y padres de alumnos que asisten a clases de Religión –principalmente de fe católica, pero también evangélica y musulmana– y ha entusiasmado a quienes apuestan por abolir la presencia de los credos en las aulas.
La Educación y, en concreto, la asignatura de Religión siempre se ha utilizado como arma política. En 2013, la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aprobada por el Partido Popular sin el respaldo de otras formaciones, reinstauró que la calificación obtenida en Religión computara en la nota media, algo que previamente había desechado el Gobierno socialista y que ahora vuelve a descartar.
"Religión debe de existir como asignatura, debe seguir siendo de oferta obligatoria y de elección voluntaria y tiene que computar para la nota media", defiende Pedro Caballero, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa). Quien, además, sostiene que si eliminan el carácter académico de la materia dejará de tener el mismo peso que las demás disciplinas. Requisito que está recogido en el acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede, firmado en 1976, donde se indica que la enseñanza de la religión católica se debe impartir "en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales".
Caballero añade que Religión no es una asignatura de las llamadas"marías", ya que considera que la materia "contribuye a la formación integral de las personas, al mismo nivel que la filosofía, las artes plásticas o el deporte".
Derechos constitucional
Escuelas Católicas también muestra su rechazo a esta medida. "Hay determinados partidos políticos que buscan sustituir el papel de los padres como principales responsables de la educación de sus hijos", defiende Juan Manuel Ruiz, director del departamento jurídico de esta federación de centros educativos. En esta línea, recuerda las declaraciones que hizo la ministra de Educación, Isabel Celaá, quien manifestó el pasado mes de noviembre que la libertad de enseñanza no implica que los padres puedan elegir ni centro, ni enseñanza religiosa para sus hijos y que el derecho de los padres a elegir centro así como la educación religiosa para sus hijos no emana de la libertad de enseñanza contemplada en el artículo 27 de la Constitución.
Sin embargo, Caballero cree que la iniciativa presentada por PSOE y UP "es un ataque a las libertades fundamentales de las familias que es elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos". El 70% de las familias eligen la asignatura de Religión, tanto en los centros concertados como públicos. "Entendemos que los padres quieren que la materia tenga carácter evaluable y sea una asignatura con contenidos académicos, porque sino para eso está la catequesis", aclara Ruiz.
Para el presidente de Concapa, Religión no es el mayor problema que tiene la educación en España. "Es una materia con suficiente peso y demanda como para que dejen de atacarla", reclama Caballero, quien invita a los partidos políticos a centrarse en asuntos que afectan directamente a la calidad de la enseñanza.
El vicepresidente de la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE) en el Archipiélago, Víctor González, manifiesta que mientras existan familias que opten por que sus hijos cursen la asignatura de Religión "hay que respetarles porque es un derecho constitucional".
El portavoz del sindicato, quien además es profesor de Religión en secundaria, advierte de que esta posible reforma podría afectar a la plantilla docente de esta asignatura, dependiendo de cómo se materialice en las aulas. "Puede disminuirse el número de horas que imparten los profesores, por lo que sus condiciones de contratación se verían mermadas", detalla González, quien apunta que no existe una regulación que proteja a este colectivo y exige que "si toman decisiones en esa línea, el profesorado no se vea afectado".
Para la comunidad educativa, el gran error de la LOMCE fue que desde el principio careció de diálogo con los agentes sociales que intervienen en la educación, por lo que fue una reforma avocada al fracaso. En este sentido, el presidente de Concapa reclama que se cuente con las familias a la hora de reformar la ley educativa porque "tienen mucho que decir", pero si no hay diálogo "estarán enfrente". Por su parte, Escuelas Católicas también se muestra abierta al diálogo para lograr una enseñanza "con la que todos podamos sentirnos cómodos".
El Grupo Federal Socialistas Cristianos del PSOE y el Círculo de Espiritualidad Progresista de Podemos dieron su visto bueno al acuerdo alcanzado entre ambas formaciones progresistas. En un comunicado afirmaron que dicen "no a una asignatura de la religión en un marco confesional y sí a una asignatura nueva establecida en un marco aconfesional y cultural, con entidad propia". Además, apuestan por una educación "no religiosa orientada a reconocer y valorar la dimensión espiritual, no patrimonializable en exclusiva por ninguna religión".
Fuente: laprovincia.es
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