El I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión hará de Madrid el epicentro de la reflexión y el conocimiento de nuevas dinámicas en torno a la asignatura de Religión. Un encuentro que quiere reivindicar la importancia de la enseñanza religiosa como señala el director general de Siena Educación.
Madrid acoge, los próximos 6, 7 y 8 de mayo de 2022, el I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión. Una iniciativa del grupo Siena Educación dirigida a los más de medio millón de profesores de Religión que hay, actualmente, en Iberoamérica y España.
Durante tres días, se desarrollará un amplio y ambicioso panel de conferencias magistrales, dinámicas docentes innovadoras, presentación del Religion Teaching Lab, coloquios y actividades culturales.
El encuentro, que tendrá formato híbrido, está abierto a los profesores de Religión ya sea de escuelas públicas, privadas o concertadas, como señala en esta entrevista con Omnes, José María de Moya, director general de Siena Educación.
¿Su objetivo? Revindicar la importancia de la enseñanza de la Religión en una educación plena de los niños y jóvenes, especialmente ante el desafío del vacío existencial que cada vez más, se plantea en edades tempranas por la falta de atención a este ámbito.
El I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión va a reunir a profesores de esta materia de entornos y países muy diferentes. ¿Por qué eligieron esta diversidad?
–Desde un primer momento, quisimos sacar este encuentro de la problemática de la asignatura de Religión en España. No queríamos que el encuentro se centrara en los problemas jurídicos, políticos…, que rodean este tema en España.
Queremos, ante todo, reivindicar la importancia de la enseñanza de la Religión. Por eso lo hemos planteado en un formato más amplio, iberoamericano, porque existen muchos enfoques de la asignatura. Nos encontramos con el enfoque más catequético de la asignatura de Religión, que se da en algunos países de Iberoamérica donde el profesor de Religión, y por tanto la asignatura, está muy vinculada a la parroquia del pueblo.
También encontramos el enfoque que tenemos en España y en otros países de Hispanoamérica: la asignatura confesional pero no catequética -es decir, no hace falta tener fe para asistir a las clases- pero claramente confesional.
También hay algunos países que tienen un enfoque más sociológico, del estudio del hecho religioso o historia de las religiones, donde la asignatura no es confesional, aunque ciertamente está poco extendido. A éstos podemos incluso sumar otra opción que sí encontramos en países como Argentina donde no se imparte Religión en la escuela pública; la Religión, como asignatura, sólo se imparte en colegios religiosos. Por lo tanto, tenemos todo ese panorama de modelos y todos son bienvenidos a este encuentro que, aunque apuesta por un enfoque confesional de la asignatura, queremos que sea trasversal, que todo el mundo pueda aprender.
Objetivos del encuentro
¿Por qué un encuentro específico de la asignatura de Religión?¿Cuáles son sus objetivos?
–En efecto, y de hecho, con el Encuentro queremos destacar el orgullo de ser profesores de Religión y de la propia asignatura. El profesor de Religión ha de sentirse orgulloso de ser profesor de la asignatura de Religión y no por una estrategia de marketing sino por convicción.
El primer objetivo de este encuentro es reivindicar la importancia de una educación plena del alumno, que abarque también la dimensión espiritual, no sólo la intelectual y la humana. Por supuesto con libertad. Aquellas familias que sólo quieran que sus hijos sean bilingües o sepan muchas matemáticas no tienen por qué matricularlos en Religión, pero existen muchas familias que quieren una educación integral, plena.
Para nosotros, la educación es un taburete de tres patas: faceta humana, intelectual y espiritual y que no se sostiene sólo con dos.
La idea del encuentro surge de esta concepción. No son pocos los psicopedagogos, educadores, o incluso psiquiatras que nos han expuesto o señalan cómo, cada vez más, llegan jóvenes a las consultas o tutorías, académicamente brillantes, buenas personas, que saben trabajar en equipo y demás…, pero que experimentan un gran vacío existencial en sus vidas y eso deriva en problemas de autoestima, pensamientos suicidas… etc.
El segundo objetivo es destacar la importancia del conocimiento de las religiones para entender el mundo en que vivimos: el patrimonio o la historia…
Y por supuesto, queremos destacar el trabajo y la innovación que están haciendo muchísimos profesores de Religión y que es muy desconocida.
¿Cómo ve a los profesores de Religión en la actualidad?
–El encuentro de mayo es ‘de’ profesores ‘para’ profesores – el grueso del congreso son dinámicas docentes que se dan sobre todo en colegios públicos – y nos hemos encontrado gente fantástica.
Los 35.000 profesores de Religión de España, a los que conocemos más, son gente estupenda. Personas que se forman, que trabajan muchísimo. Cada uno con su estilo y sus sensibilidades.
Son personas muy comprometidas, muy abnegadas y, además, que son resistentes, porque se les da mucha caña.
Ahora los profesores de Religión son muy cuestionados, efectivamente, sobre todo el profesor de la escuela pública, tanto la asignatura como ellos mismos.
En la escuela religiosa o vinculada a alguna institución católica, el profesor de Religión está más arropado por la pastoral o el ideario del centro, la congregación…, etc.
El profesor de Religión de la escuela pública es un héroe. Y muchas veces representan el “ideario” del centro público. Me explico, un centro público no tiene ideario, pero el profesor de Religión suele ser quién anima iniciativas de valores, actos solidarios, campañas… Este tipo de iniciativas que encarnan los “mejores valores” del centro público las coordinan los profesores de Religión.
Familia y escuela
La educación tiene dos claves: familia y escuela. En el caso de la enseñanza de la Religión, ¿se deja todo en manos del colegio en ocasiones? ¿Hasta donde llegar la enseñanza de Religión escolar?
–Ese tema está relacionado con el último de los cuatro objetivos del Congreso que se centra en reivindicar el derecho de las familias a que sus hijos se formen de acuerdo a sus convicciones morales y religiosas.
La escuela y la familia tienen que estar en sintonía porque, de lo contrario, se produce una especie de “esquizofrenia” en la vida del alumno. Con buena sintonía y comunicación entre el colegio y la familia esto no ocurre.
Las familias tienen que tener la libertad de elegir un colegio u otro y en el caso de la escuela pública, la facultad de hablar con el profesor y manifestar sus convicciones.
Una de las realidades actuales con las que nos encontramos es que no salen católicos de las escuelas católicas. ¿Dónde está el problema?
–En este tema no soy un experto. Me atrevo a decir poco. Creo que es un problema global. Habría que remontarse a las causas del proceso de secularización de la sociedad, por lo que desborda lo que podría ser un problema de la escuela o la familia. También pienso que corremos el riesgo y, quizás en ocasiones, hemos caído en asimilar la enseñanza de la Religión con una enseñanza de valores y “de murales” como señala el filósofo Quintana Paz.
Me parece que la Iglesia, como dijo el Papa Francisco, no es una ONG y la religión no viene sólo a resolver problemas sociales.
La asignatura de Religión tiene que abrir a los alumnos a la trascendencia, sin catequesis, porque es para cualquier persona. Ha de hacer que reflexionen, que se hagan preguntas y vean también las respuestas de la religión católica. Es dar un paso más.
Secularización e indiferencia
Esta secularización ambiental, ¿afecta sólo a los católicos?
–En el encuentro tenemos una mesa de diálogo interreligioso. Cuando he hablado con los ponentes que intervienen, todos reconocen que el problema de secularización es universal, no es un “tema católico”. Afecta a toda la visión trascendente del hombre que esta siendo laminada por una cultura relativista, líquida. Una visión inmanente frente a una visión trascendente. Todo ello alimentado por el materialismo, la sociedad de consumo. En este sentido, el representante de la religión judía que interviene desde Perú me contaba que los judíos practicantes han bajado muchísimo y que notan esta secularización. Creo que ese coloquio será muy interesante porque estarán representantes no sólo católicos, sino también evangélicos, islámicos y judíos. También creo que será muy interesante el coloquio de los filósofos. Este es un encuentro civil, y creemos de hecho que la filosofía tiene mucho que reivindicar y que decir en el tema de la educación religiosa y vamos a contar con filósofos de primer nivel como Miguel García Baró, Gregorio Luri o José María Torralba.
El problema de secularización es universal, no es un “tema católico”. Afecta a toda la visión trascendente del hombre que esta siendo laminada por una cultura relativista, líquida.
José María de Moya.Director general de Siena Educación
De hecho, hace poco en Gregorio Luri hablaba en Omnes de cómo la escasa consideración de la educación en el ámbito político ha llevado a cierta indiferencia del profesorado, ¿ocurre en mayor o menor medida con el profesorado de Religión?
–Si, existe mucha gente desanimada, pero por eso mismo hacemos este encuentro. Como en todos los colectivos hay de todo. Entre el profesorado de Religión hay quien se puede sentir muy solo y, además cuando uno se encuentra en ese estado todo parece en contra…
Con este congreso pueden ver que no es así, que hay mucha gente haciendo cosas, defendiendo las mismas ideas, muchos movimientos asociativos, etc., que tienen claro que hemos de defender la dimensión espiritual en la educación porque en ofrecer estas respuestas a los jóvenes nos jugamos el futuro.
Fuente; omnesmag.com