Los docentes de Primaria anuncian protestas ante una supuesta reducción de horas lectivas por la aplicación de la Lomloe. La Consejería de Educación niega el recorte
Las reivindicaciones laborales se intensifican en el contexto de las elecciones andaluzas. Tras los amagos de los bomberos forestales del Plan Infoca, y del resto del personal de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya), son los maestros de Religión los que anuncian movilizaciones por una supuesta pérdida de horas lectivas y puestos de trabajo con el desarrollo de la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (Lomloe), extremo que niegan desde la Consejería de Educación. La polémica está servida y Vox, por lo pronto, ya ha remarcado su apoyo al profesorado y destaca el “sustrato cultural, artístico e histórico” de esta materia.
Los sindicatos CSIF, USO y ANPE informaron este lunes de que en los próximos días inician un calendario de concentraciones para denunciar el contenido de los Borradores de Decretos y Órdenes de Desarrollo de la Lomloe. Según explicaron, el texto contempla un descenso de la carga lectiva de Religión en Primaria que acarrearía “la desaparición de centenares de puestos de trabajo o, en su defecto, una reducción muy importante del sueldo y prestaciones sociales de los más de 2000 maestros andaluces” que imparten esta materia.
Pedro Bonilla es uno de estos docentes. Delegado en Málaga de la primera de las organizaciones sindicales, explicó que vive en una permanente “incertidumbre” y reclama “estabilidad” para un colectivo que desempeña su labor en una extraña doble realidad administrativa: está adscrito al Ministerio de Educación, pero trabaja para centros de gestión autonómica. Como ejemplo de la inseguridad que rodea su actividad, relató que han pasado impartir seis horas mensuales, por línea, al principio de la legislatura, a nueve posteriormente y siete y media en un futuro próximo, asegura, si el borrador se aprueba.
Fuentes de la Consejería de Educación y Deporte mostraron su sorpresa por unas movilizaciones que definieron como “preventivas” porque sostienen que los documentos que actualmente se encuentran en audiencia pública están abiertos a incorporar las propuestas que puedan realizar los sindicatos y otros miembros de la comunidad educativa. No obstante, y tras apuntar que esta situación deriva de que la nueva Ley de Educación no contempla como evaluable la asignatura de Religión, remarcaron que no habrá ningún recorte.
Los docentes califican de "poco tranquilizadores" los contactos mantenidos con Educación
“Este es el planteamiento, que debe acabar en un decreto y una orden nueva, y ahora se encuentra en un periodo de negociación”, reiteraron las citadas fuentes, que, como muestra de su predisposición para mejorar la situación de estos docentes, esgrimieron el convenio suscrito —“una década después” de iniciarse las negociaciones— con los que imparten sus clases en Secundaria. Un acuerdo al que, según señalaron, esperan incorporar a los de Primaria cuando se haga efectiva la transferencia de su gestión por parte del Gobierno central.
Los sindicatos desconfían y tildan de “poco tranquilizadores” los contactos que han tenido hasta el momento con la consejería, “pues todo apunta a que se va a publicar unas instrucciones para su aplicación este próximo septiembre que irían en la misma línea que los borradores conocidos”. Esta circunstancia, insisten, supondría graves perjuicios profesionales y económicos para estos maestros.
Réplica política
De las cuestiones puramente laborales que preocupan a este colectivo no se puede desligar el aprovechamiento político que —con el rechazo de los docentes— tradicionalmente se ha realizado de esta materia. No hay plan educativo en el que su inclusión o no, el número de horas lectivas o el contenido de la misma no acabe en rifirrafes entre partidos. Y todo ello, como dice Pedro Bonilla, porque “con la asignatura de Religión no existe un problema pedagógico, sino ideológico”.
Las quejas de los afectados apuntan directamente al presidente andaluz: Juanma Moreno, al que le reprochan que no cumpla con el programa electoral con el que concurrió a las autonómicas de 2018. “En su página 170”, recuerdan, “dice literalmente”: “Respecto a la consideración de la enseñanza de Religión y del profesorado que la imparte; respetaremos las dos sesiones de 45 minutos en ambas etapas de Infantil y Primaria”.
Cierto es que la Consejería de Educación y Deportes está gestionada por Ciudadanos y a pesar de ese compromiso de que no habrá ningún recorte en el volumen de horas que se imparten, exigen que Moreno medie para encontrar una salida. Soluciones como —le recuerdan en una carta— las planteadas por regiones como Navarra, Murcia o Madrid, ya que “la propia Lomloe indica que han de ser las comunidades las que completen el 50% del currículo y, por tanto, de los horarios”
Un calendario de protestas protagonizado por este grupo de profesores puede convertirse en una oportunidad para siglas como Vox. La formación presidida por Santiago Abascal siente predilección por las causas en las que se superpongan conceptos ideológicos y culturales. Y la asignatura de Religión tiene todos los ingredientes. Consultada por este periódico sobre su postura ante este conflicto laboral, la respuesta fue clara: “Se debe garantizar el derecho de las familias españolas a estudiar la Religión católica en las mejores condiciones posibles y garantizar los trabajos”.
“No puede olvidarse”, añadió, que cuando se refieren a esta materia, no es sólo a “los dogmas de una determinada confesión, sino al conocimiento del sustrato cultural, artístico e histórico de España y de Europa”.
Eso sí, este partido, al que las encuestas conceden muchas opciones en los comicios autonómicos, remarca su postulado de que cuestiones de este tipo se solucionarían con la devolución al Estado de las transferencias educativas, la única manera, opinan, de asegurar “la igualdad de todos los españoles en el acceso a la Educación”.
El delegado de CSIF huyó de cualquier refriega política y se centró en las reivindicaciones laborales: “Comprendo que estamos en una precampaña electoral, pero el profesorado de Religión, por una circunstancia o por otra, cada año se enfrenta a una situación de inestabilidad”. Como manifestó con anterioridad, “los problemas de la asignatura de Religión son ideológicos, no pedagógicos”.
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