Por primera vez en la historia de la Iglesia, un grupo de mujeres tendrá voz y voto en un foro vaticano. En total, serán 52 católicas entre religiosas, consagradas, teólogas, empresarias, madres de familia… Ayer, la Santa Sede dio a conocer el listado con los cerca de 360 participantes con derecho a voto en la primera sesión de la asamblea del Sínodo de la Sinodalidad que se celebrará en Roma entre el 4 y el 29 de octubre. Así, las mujeres representarán el 14% de los sufragios de la sala, amén de otras que participarán como asesoras.
Convocado por Francisco, este espacio de diálogo y reflexión reunirá a cardenales, obispos, sacerdotes y cristianos de todo el mundo en lo que busca ser una puesta a punto de la Iglesia en el siglo XXI, dentro de la reforma promovida por el pontífice. Al finalizar el debate sobre cuestiones tan variopintas como la evangelización entre los jóvenes o el celibato sacerdotal, los participantes tendrán que aprobar o rechazar los puntos de un texto final que se presentará al Papa. Aunque las propuestas que salgan adelante tienen un carácter consultivo y no vinculante, supone un salto cualitativo cualitativo y cuantitativo por abrir la puerta del Sínodo de los Obispos, constituido por Pablo VI en 1965, a que un 25% de los votantes no sean pastores con báculo.
Así pues, solo una española votará en la asamblea. Se trata de la teóloga zaragozana Cristina Inogés, escogida directamente por el Papa. Junta ella estará la religiosa «influencer» Xiskya Valladares –religiosa de la Pureza de María–, nicaragüense afincada en nuestro país. Por otro lado, también se encuentra la gallega Eva Fernández Mateo, que acude como invitada especial, al ser coordinadora del Foro Internacional de Acción Católica, pero no podrá votar. A ella se unirá sin voto la religiosa María Luisa Berzosa, de la congregación de las Hijas de Jesús, que ejercerá como «facilitadora», esto es, dinamizadora de los grupos de trabajo.
Junto a ellas, tomarán parte otros 21 españoles, con el cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de los obispos, Juan José Omella. A escala global, el «casting» elegido por el Papa es de lo más diverso, puesto que incluye desde el cardenal que abandera la oposición a su persona, el alemán Gerhard Müller, al jesuita que abandera los derechos de los homosexuales, James Martin.
Fuente: larazon.es