Turquía introducirá las clases de religión obligatorias desde primaria -siete años- en todos los colegios del Estado. Suprimirá, además, las lecciones de coctelería con alcohol en los estudios de Turismo y Hostelería.
Según el periódico local 'Hürriyet', éstas son algunas de las controvertidas decisiones que ha tomado el Consejo Nacional de Educación, reunido estos días en la ciudad sureña de Antalya.
No se ha detallado qué contendrá el currículo religioso de primaria, que será de una hora semanal. Pero si se asemeja al de hasta ahora en secundaria -donde la religión ya era obligatoria-, consistirá casi sólo en enseñar islam de la rama suní.
El 99'8% de la población de Turquía está registrada como musulmana. A pesar del dato, se estima que entre 15 y 20 millones de turcos son alevíes, una secta próxima al chiísmo y de prácticas heterodoxas que para muchos suníes, algunos en el Gobierno, es "herética".
La denominación oficial "musulmán" también ha servido de salvavidas para muchos no musulmanes -especialmente asirios yarmenios- que temen revelar su fe tras décadas de persecución.
Con todo, el Consejo Nacional de Educación ha rechazado la petición de numerosas asociaciones de alevíes -cuyo culto no es reconocido por las autoridades- para introducir más estudio del alevismo en clase de religión.
Desagravios a la 'población pía'
El conservador religioso Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), liderado por el primer ministro Ahmet Davutoglu -y hasta hace poco por Recep Tayyip Erdogan- ha emprendido numerosas medidas con la excusa de desagraviar a la población pía.
Ambos dirigentes turcos han subrayado en numerosas ocasiones lo que han considerado un trato discriminatorio de décadas de laicismo hacia los "hermanos musulmanes".
Algunas de las normas aprobadas hace poco por Ankara, como quitar el veto a que mujeres con velo pudiesen ser funcionarias o diputadas, no fueron vistas con malos ojos por la oposición, encabezada por el laico Partido Popular Republicano (CHP).
Pero otras, como la reciente luz verde para que menores de hasta 10 años puedan acudir a la escuela pública luciendo el velo islámico, han cosechado denuncias en una Turquía construida sobre una base seglar.
En el país euroasiático existen, además de colegios públicos y privados, las conocidas como Imam Hatip. Impulsadas inicialmente por el Estado para educar al futuro clero suní, hoy funcionan como centros de secundaria en los que prima la enseñanza religiosa.
En estos lugares, tras otra decisión del Consejo Nacional de Educación, se estudiará obligatoriamente lengua otomana, el turco imperial escrito con caligrafía arabo-persa. En los colegios públicos será optativa.
Una propuesta inicial de una organización de maestros, enviada al pleno de Antalya, instaba a que el otomano fuese obligatorio. Quienes se oponen ven su introducción como otro intento político de enaltecer el sultanato otomano en detrimento de la era republicana.
Fuente: elmundo.es
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