El Gobierno balear niega que haya una «guerra de religión» contra los docentes designados por los obispos.
El consejero de Educación y Universidad del Gobierno balear, el socialista Martí March, ha señalado este viernes que su departamento «no está en contra de la Religión». March ha respondido, de ese modo, a las críticas efectuadas por USO después de que el Govern haya anunciado que a partir del próximo curso los profesores de Religión sólo podrán impartir dicha asignatura. Si esa medida se llevase finalmente a cabo, implicaría que un número indeterminado de maestros de Religión verían reducida su jornada laboral y que otros se quedarían sin trabajo.
Cabe recordar que en la presente legislatura el Ejecutivo autonómico está presidido por la socialista Francina Armengol, gracias al acuerdo de gobernabilidad suscrito hace un año entre el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos.
«Esto no es una guerra de religión», ha señalado el consejero de Educación en rueda de prensa, para añadir: «Mi respeto hacia la religión es superior a lo mejor al de muchos representantes de la misma». En ese contexto, March ha recordado que su departamento oferta la asignatura de Religión a todos los niveles educativos. «En el currículum había una hora y media semanal, y hemos pasado a una hora, pero los centros educativos tienen la posibilidad de ampliar hasta una hora y media», ha puntualizado. Hasta el momento, una treintena de colegios se habrían acogido ya a esa opción.
March ha recordado también que los profesores de Religión son designados por el obispo de cada diócesis. «Por tanto, nosotros pensamos que los profesores de Religión sólo pueden dar clase de Religión, al margen de algunas actividades complementarias que pueden hacer en los centros», ha explicado.
En ese sentido, el consejero ha añadido que dichos profesores «no pueden hacer otras asignaturas, porque si tienen que hacer otras asignaturas, se tendrían que apuntar al bolsín de interinos y competir como otros interinos para dar las asignaturas de acuerdo con sus especialidades, de Filosofía, de Historia o de Geografía». Por último, March ha indicado que quienes al hablar de este asunto «lo quieren disfrazar de guerra ideológica y de religión, se equivocan absolutamente».
Por otra parte, el consejero también ha anunciado este viernes que el Govern presentará un recurso contra el Real decreto 310/2016, aprobado por el Consejo de Ministros, en el que se regulan las evaluaciones finales de Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato. «Son reválidas que demuestran un carácter segregador y elitista, que invaden las competencias de las comunidades autónomas y que irán en contra de lo que significa el proceso de incremento de la escolarización», ha dicho March.
El consejero también ha señalado, en ese contexto, que la LOMCE «nos retrotrae evidentemente a tiempos franquistas, y no me gusta a mí mirar hacia atrás, pero es evidente que durante el franquismo sí que había reválidas, que tenían efectos académicos».
Fuente: abc.es
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