El conseller de Educación y Universidad, Martí March, ha asegurado que el conflicto con los profesores de religión "es un problema laboral" y que quien lo interpreta "como una guerra ideológica se equivoca y engaña". "No hay un enfoque anti-religioso, es un problema laboral", ha dicho.
En una rueda de prensa que ha tenido lugar este miércoles, March ha recordado que el sindicato USO "no ha aceptado ninguna de las propuestas" hechas desde la Conselleria.
"Si USO quiere ir a los tribunales, es su decisión", ha remarcado March para después decir: "Queremos minimizar los efectos sobre las personas y profesorado, no ir contra nadie al margen de interpretaciones estrambóticas que se puedan hacer".
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